Burnout o síndrome del cuidador

¿Recuerdas este artículo de hace una semanas en el que te hablábamos sobre el síndrome del cuidador y el burnout? Las más de 17.000 visitas nos hacen pensar que es un aspecto que como cuidadores…

¿Recuerdas este artículo de hace una semanas en el que te hablábamos sobre el síndrome del cuidador y el burnout? Las más de 17.000 visitas nos hacen pensar que es un aspecto que como cuidadores nos interesa y mucho. Para ahondar un poco más en el tema nos entrevistamos con Ángela Pulido Flores, Psicóloga, Experta en Psicología Transpersonal, Experta en Educación, Formadora y Educadora en Disciplina Positiva y con Marta Bustos Sepúlveda, Enfermera, Máster en Neurofelicidad, Coach y creadora de varios Programas de Inteligencia Emocional Aplicada.

RdC.- Últimamente se habla mucho del burnout, ¿esto quiere decir qué es un concepto nuevo o ya era conocido?

MBS.- Es un problema conocido desde hace tiempo, quizás lo novedoso es la magnitud que comienza a tener en el sector de los profesionales que se dedican al cuidado, tanto a nivel formal como informal. El aumento de la esperanza de vida, no contar con una red socio-familiar disponible que apoye a los cuidadores informales o en el caso del cuidado formal, la sobrecarga laboral de los profesionales del cuidado y la falta de formación en habilidades intra e interpersonales hacen que el problema se esté agudizando.

RdC.- Para diagnosticar un burnout hace falta que la persona que lo sufra tenga desgaste emocional, despersonalización y sienta que no está realizado a nivel profesional o personal. ¿Estas tres características se dan en el mundo del cuidado?

APF.- No suelen darse al inicio, al contrario, al principio es muy normal encontrar altos niveles de motivación, de realización personal, de vocación y de felicidad. Pero sí pueden aparecer con el paso del tiempo. El foco atencional del cuidador suele estar puesto en el enfermo, por lo que el propio cuidador olvida su autocuidado y ahí aparece la primera señal de alarma. La actuación ideal sería dotar de herramientas educativas y de Educación para la Salud al propio cuidador, para que así éste supiera reconocer estos primeros síntomas y paliarlos pidiendo ayuda.

RdC.- ¿Cuáles son estos estos primeros síntomas?

MBS.- Pueden variar en función de las personas, pero es muy normal encontrar cambios de humor, irritabilidad, falta de motivación, alteraciones del sueño y del patrón alimenticio, falta de disfrute en el plano laboral y personal o desinterés, son algunas de las cosas que pueden aparecer en estadios iniciales.

RdC.- El vaso se va llenando y se puede llegar la despersonalización ¿Por qué ocurre esto?

APF.- Según la psicología transpersonal esto pasa cuando ya no nos relacionamos desde el amor y empezamos a hacerlo desde otras emociones como son la tristeza, el miedo o el enfado. Si no soy capaz de amarme, quererme y cuidarme a mí mismo, tarde o temprano no voy a estar motivado para cuidar de los demás. No debemos olvidar que la primera responsabilidad somos nosotros mismos.

RdC.- Y siguiendo este camino es como se llega a la insatisfacción personal y profesional.

APF.- Así es, a esta situación no se llega de un día para otro. El cuerpo ha ido dando señales a nivel físico, psicológico y emocional, pero como ya hemos comentado, el foco del cuidador casi nunca está en él mismo, está en el enfermo. Lo paradójico es que si el enfermo hubiera manifestado una pequeña parte de los síntomas que tiene el cuidador, el propio cuidador se habría dado cuenta y se habría ocupado de atenderle, pero curiosamente no lo hace con él mismo. Aquí es donde este exceso de abnegación se convierte en patológico y hay que comenzar a reestructurar, educar e incluso curar.

RdC.- Para hacer esta reestructuración estáis uniendo conocimientos teóricos y prácticos en una apuesta innovadora donde mezcláis pedagogía, psicología, inteligencia emocional, educación para la salud, meditación, coaching y felicidad. ¿A qué se debe esta diversidad de disciplinas?

MBS.- El objetivo es disponer de un abanico de herramientas multidisciplinar que sea eficaz y con las que las dos nos sentimos cómodas trabajando, para hacerlas llegar de manera personalizada a los actores y a las actrices que protagonizan el escenario del cuidado, sean o no profesionales. Desde un cuidador no formal, hasta un profesional de la medicina, en el fondo todos somos seres humanos que tenemos necesidades y los profesionales de la salud no somos ninguna excepción. Lo paradójico de esto es que pese a estar quemados, un porcentaje muy alto de cuidadores (profesionales y no) confirma que hacer lo que hacen, les hace felices.

RdC.- Uno de los puntos interesantes que tiene el programa que habéis creado de gestión del burnout es que marca una diferencia entre “actuar como si y vivir como si”. ¿Nos podéis explicar esto?

APF.- Actuar como si es una técnica que se utiliza en psicología cuando necesitamos tener recursos emocionales para un momento determinado y puntual. Para que me entiendan los lectores, es una técnica para poner buena cara aunque no tengamos ganas. El problema con los profesionales del mundo del cuidado y los cuidadores es que se ven obligados a abusar de esta técnica puesto que están constantemente en contacto con situaciones de alto impacto emocional y que son dolorosas, y muchas veces no se les forma y se les ayuda a trabajar fortalezas para enfrentarse a la labor de cuidar personas mayores.

RdC.- ¿Cómo debe comenzar un cuidador a empoderarse y aumentar su nivel de autocuidado?

MBS.- Debe comenzar con un compromiso consigo mismo. Lo primero es ser consciente de en qué en punto está, es decir, analizar qué situación vital tiene, con qué fortalezas personales cuenta y apoyándose en esas fortalezas comenzar a trabajar. Detrás del bienestar hay trabajo y esto se nos suele olvidar. Igual que gracias al trabajo del cuidador el enfermo se encuentra bien, gracias al autocuidado el cuidador puede aumentar su nivel de bienestar, es un trabajo personal que puede aprenderse a hacer y del que el cuidador se puede beneficiar enormemente.

RdC.- A este trabajo personal le habéis puesto nombres tan sugerentes como “vacunas contra el desánimo, anti-ácidos para digerir y metabolizar momentos difíciles o reconstituyentes para cuerpos, corazones y almas cansadas” son algunos de los múltiples ejemplos que recoge vuestro programa. ¿De dónde nacen estos nombres?

APF.- Creamos las acciones jugando con la terminología médica y utilizando pautas pedagógicas para educar desde el modo sorpresa, que es el que nos activa a nivel cognitivo y nos permite aprender y no desde el modo miedo que es el que nos bloquea, de ahí que hagamos guiños constantes entre las dos disciplinas. Guiños por otra parte que son muy eficaces y que hacen aumentar la motivación del cuidador para llevar a cabo el autocuidado.

RdC.- Para acabar ¿podéis concretarnos algunas de las acciones para que nuestros lectores las hagan en casa?

MBS.- Las acciones son variadas y hay que personalizar, una misma acción puede tener un efecto potente en una persona y ningún efecto en otra, por lo que previamente habría que saber cómo es la persona con la que se va a trabajar. En líneas generales; garantizar que la persona tiene hábitos de sueño correctos, es fundamental que el cuidador descanse y a este aspecto apenas se le da importancia. La alimentación adecuada es otro pilar al que no solemos dar importancia, disfrutar realizando cosas que nos gustan, estar un rato en silencio o meditar, hacer algo de ejercicio, agradecer, escuchar la música que nos gusta y nos motiva, reservarnos un rato para compartir con gente a la que queremos y nos quiere, regalarnos un paseo por la naturaleza, bloquearnos una tarde a la semana para hacer una actividad que nos apasiona son actividades sencillas y que están al alcance.

APF.- Pedir ayuda es otro aspecto importante que el cuidador suele olvidar, pensar más en él, cuidarse, quererse. En general animamos a los cuidadores a que establezcan compromisos con ellos mismos y aprendan a hacer cosas por y para ellos, bajo el lema “qué voy a hacer hoy por mí” pueden llevar a cabo muchas cosas beneficiosas para ellos mismos.

Lector ¿Qué vas a hacer hoy por ti? Piénsalo y pasa a la acción y si te apetece compartirlo con nosotros o con otros cuidadores ya sabes que aquí tienes un espacio abierto.

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