Para cuidar, empieza a cuidarte

La tarea de cuidar a los demás no es una ocupación sencilla, y en ocasiones son los familiares los encargados de ayudar y ser los cuidadores de personas dependientes por la aparición de distintas enfermedades como, por ejemplo: demencia senil o incontinencia, que dificultan el día a día.

En un día como hoy, se celebra en España el día mundial contra el cáncer, con la idea de poder destinar más recursos a la investigación de esta enfermedad y dar ánimos a quienes la padecen.

Ponemos también el foco en el entorno y los cuidadores del paciente, quienes acompañan y en muchos casos, sufren cada parte del proceso de una enfermedad larga.

Un proceso en el que vosotros cuidadores, afrontáis una situación de extrema complejidad y fragilidad, que os afecta emocional y físicamente para la que nadie está preparado.

En enfermedades de larga duración, el cuidador debe tratar de recordar que para poder ayudar de la mejor forma posible a la persona que está a su cuidado, debemos atendernos a nosotros mismos también.

El paciente con este tipo de necesidades requiere de una atención continuada por lo que hay que estar preparados y sentirse lo más fuerte posible.

Los cuidadores debéis mantener unos hábitos de vida saludables, nutrir vuestro día a día con actividad física para lograr tener la fortaleza emocional necesaria que garantice la mejor respuesta a la persona que lo necesita.

Os vamos a dar consejos para que podáis aplicar en vuestro día a día y tratéis de recordar que como parte implicada en el largo proceso necesitáis empezar a cuidaros vosotros mismos para que podáis cuidar de la persona dependiente.

Descansa para poder cuidar de personas dependientes

Aprender a descansar no es solamente la acción de dormir. Como cuidador debes ser capaz de cumplir día a día estos consejos:

Es esencial que dediques un espacio de tiempo cada día a buscar segundos de alivio físico y mental de la tensión que puede provocar estar pendiente de una persona. Para ello, como cuidador debes aprender a dejar de pensar en la enfermedad.

Los cuidadores, sobre todo los que nos escribís, soléis descuidar las tareas que os permiten reponeros y recuperaros del agotamiento de las tensiones del día.

Si el paciente necesita atención nocturna, puedes llevar a cabo turnos, lo ideal sería que varios familiares pudieran ocuparse en diferentes momentos de la semana.

Los cuidadores pueden estar desbordados por las tareas, cuidar de personas requiere de mucho tiempo. Prioriza las tareas más importantes para la persona que estás cuidando y luego busca momentos para apoyarte en acciones que sean reconfortantes para ti.

No te culpabilices

En general los sentimientos negativos, son comunes en este tipo de situaciones, sin embargo, es importante poder manejarlos. Te aconsejamos hablar con otros cuidadores o con amigos, para compartir con ellos tus sentimientos y situaciones de tensión que puedas vivir en el proceso del cuidado diario de la persona que tienes a tu cargo.

Es muy habitual que los cuidadores tiendan a retirarse de la vida social, no dejes de tener contacto con otras personas para que sean tu apoyo y válvula de escape.

En los cuidados de pacientes que padecen enfermedades de larga duración, es habitual que surjan imprevistos. Sin embargo, es al cuidador quién, muchas veces, se reprocha a si mismo de los errores o inconvenientes que surgen. Es muy importante poner límites, no debes sentirte culpable o empezarás a sentir angustia de cuidar a otras personas.

Incluso muchas veces son los propios pacientes quienes hacen sentir mal al cuidador, ya que los pacientes tienden a expresar dolor, frustración y la gran mayoría de veces reprochan acciones, sentimientos hacia quienes están tratando de ayudarles.

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