Píldoras emocionales: decálogo para el cuidador

¿Sobrecargado? ¿Notas que estás muy tenso? ¿A veces te falta el aire…?
Si últimamente te has sentido así, sigue leyéndonos. Estos consejos, en forma de píldora emocional, te pueden ayudar a sentirte mejor.

Cuidar no es fácil, ya lo sabes. El peso a nivel psicológico, físico y moral recae en la figura del cuidador. Por eso hoy queremos darte, -en forma de decálogo-, unas píldoras emocionales para que las consumas cuando las necesites. Estas píldoras no tienen efectos secundarios, no hay interacciones de unas con otras y no hay dosis máximas.

Decálogo emocional para el cuidador

1. Respira: Sólo eso, de vez en cuando párate y respira profundamente varias veces. Mientras espiras, vacía tu cuerpo de todo lo que te sobra y mientras inspiras, nota como te llenas de todo lo que necesitas.

2. Escanéate: ¿Cómo está hoy tu cuerpo? ¿Cómo te aguantan las piernas? ¿Cómo está tu mandíbula? ¿Con qué velocidad estás pensando…? Pregúntate, ¿es necesario este nivel de activación?

3. Párate y bebe agua: Si estás muy nervioso y bebes agua, tu cerebro más primitivo lo toma como una señal de que todo está bien, y tu tono de activación se calma.

4. Sonríe: La sonrisa te ayuda a sentirte más feliz.

5. Date un paseo:Eso ayudará a oxigenar tu cuerpo y a pausar tu actividad mental.

6. Recuerda algo agradable: Los recuerdos positivos son oxigeno vital para nuestro cerebro.

7. Baila: Pon una canción que te guste y baila. Tus piernas, tu corazón, tu tensión arterial y tu tono vital, entre otras muchas cosas, te lo van a agradecer.

8. Abraza: Ya sabes que los abrazos nos ayudan a segregar endorfinas y serotonina. Recuerda, es mejor que duren más de 6 segundos.

9. Haz despacio las cosas: Intenta ser consciente de lo que haces y permítete ralentizar tu ritmo de actuación.

10. Agradece: Esta noche antes de irte a dormir busca tres motivos por los que dar las gracias a la vida. La gratitud es una de las mejores vitaminas para fortalecer la mente y el cuerpo.

No te olvides, cada día tomate varias píldoras y mézclalas a tu antojo. Y, por supuesto, ¡se las puedes recomendar a otros cuidadores!