¿Por qué nos cuesta trabajo decir NO?

A todos nos ha pasado alguna vez, alguien nos demanda o nos propone algo y pese a no tener ganas, no querer, o no poder, lo hacemos ¿Por qué es tan difícil a veces decir…

A todos nos ha pasado alguna vez, alguien nos demanda o nos propone algo y pese a no tener ganas, no querer, o no poder, lo hacemos ¿Por qué es tan difícil a veces decir no?

En el rol de cuidador estos “nos” pueden llegar a ser complicados de gestionar, imagínate en alguno de estos ejemplos: La persona de la que cuidas es autónoma para vestirse, pero tarda mucho, te pide ayuda, pese a que tú sabes que para mantener su autonomía es mejor que lo haga solo, insiste y tú para no hacerle sentir mal, le ayudas a vestirse. Imagina ahora que es tu día de descanso, has previsto irte a dar un paseo, pero el familiar que se ocupa de la persona dependiente te pide que no te marches, pese a que te apetece mucho irte a dar ese paseo, no lo haces porque no crees que sea lo adecuado.

Para comprender por qué decir no puede llegar a ser tan complicado, conviene analizar algunos de los motivos que nos llevan a no decir no. Algunos de los beneficios secundarios son:

Evitar un conflicto, si creemos que nuestra negativa puede ser la causa que genere algún problema.

Decir no puede generarnosun sentimiento de culpa, ¿te acuerdas de esta emoción? La analizamos hace algunas semanas.

Temor al rechazo, si creemos que decir no va a hacer que no nos acepten.

Creer queno tenemos el derecho de negarnos, este último punto está relacionado con la autoestima. ¿Recuerdas que en un artículo anterior te hablábamos de cómo trabajar la autoestima?

Como cuidador, ¿te has sentido identificado con alguno de estos motivos? Es importante que analices qué hay detrás de tus negativas para decir no y que aprendas a hacerlo, ya que ello te liberará y te evitará verte implicado en situaciones que no te agradan, además de permitirte tomar tus propias decisiones.

Para que te entrenes y poco a poco aprendas a dar negativas, aquí te proponemos algunos consejos.

Pautas para aprender a decir no

1.- Pregúntate si realmente te apetece hacer eso que te están pidiendo o proponiendo, analízalo con calma y luego contesta.

2.- Pregúntate si realmente tienes el tiempo de hacerlo. Ya sabes que para un cuidador el tiempo es oro, así que adminístralo bien.

3.- Las primeras veces que empieces a decir no, puedes encontrarte un poco incómodo e incluso “patoso” con este nuevo rol, ten cuidado con el tipo de actitud que adoptas:

No emplees una actitud pasiva y de evitación, frases del tipo: “Ya lo haré más tarde”, no van a ayudarte mucho y no es una manera real de decir no, este tipo de respuestas pueden tener como contra-respuesta que la persona insista para que hagas lo que te ha pedido.

La actitud agresiva tampoco es la acertada, respuestas del tipo: “Qué pesado te estás poniendo, no lo voy a hacer”, tampoco convienen, ya que la otra persona responderá con el mismo tono agresivo utilizado por ti y se podría generar un conflicto.

La solución, como siempre, el punto intermedio y una empatía bien entendida. Di no del mismo modo en el que a ti te gustaría que te dijeran que no, sé honesto y amable.

¿Te sientes un poco más preparado para decir no? ¿Te ha gustado el artículo? Si la respuesta es “no”, ya sabes que nos lo puedes decir tranquilamente, en el Rincón del Cuidador® nos gusta escucharte.

Marcar como artículo favorito

Desmarcar como artículo favorito

Artículos relacionados

TÚ ERES #IMPRESCINDIBLE

Si cuidas de alguien dependiente eres imprescindible y formas parte de una comunidad de personas que merecen todo el apoyo del mundo. Entra, queremos conocerte y que descubras todo lo que podemos hacer juntos.