Las enfermedades cognitivas son una de las más duras que pueda afrontar cualquier persona, tanto el paciente como el cuidador se enfrentan a...

Una buena postura corporal asegura una correcta distribución del peso del cuerpo y facilita el esfuerzo de los músculos. Si no estamos bien colocados al trasladar a la persona dependiente o al realizar las actividades de cuidado básico en el día a día, podemos sufrir dolor de espalda y en las articulaciones de las extremidades.
Una silla mal colocada, una cama demasiado baja, incluso una temperatura inadecuada, también pueden provocar alteraciones posturales.
Normas para mantener la postura correcta
- Mantén la espalda recta
- Flexiona las piernas (caderas y rodillas)
- Acércate al cuerpo de la persona dependiente, así se reparte mejor la carga.
- Sujeta con firmeza a la persona dependiente para evitar caídas.
- Amplía tu base de apoyo. Separa los pies para aumentar el equilibrio, dirigiendo una de las puntas en la dirección del movimiento y la otra ligeramente flexionada. Así realizarás el desplazamiento con las piernas y no forzarás la espalda.
- Sincroniza los movimientos. Realizad los movimientos al mismo tiempo (cuidador y persona dependiente). Así se reduce el esfuerzo a menos de la mitad.