La clave es cuidarse más uno mismoGarantizar una buena salud tanto física como psicológica del cuidador es garantizar una buena atención para...
Cómo aumentar la resilencia del cuidador
Algunos de vosotros ya conoceréis el concepto de resiliencia, para muchos otros será algo nuevo, pero sea como sea se trata de una capacidad que, sin duda, os será de gran ayuda como cuidadores.
La resiliencia es la capacidad que tenemos los seres humanos de afrontar la adversidad saliendo fortalecidos. La estaremos utilizando cuando nos mostramos convencidos a superar los obstáculos de manera exitosa por muy negativa o dura que sea la situación para nosotros. Ante estímulos adversos y que provocan gran estrés como la pérdida de un ser querido, una enfermedad prolongada, el maltrato psicológico, abandonos afectivos y demás “fracasos” tener una adecuada resiliencia nos ayuda a salir airosos de la situación, además de volvernos más fuertes.
“La resiliencia es la capacidad de enfrentarnos a situaciones emocionalmente duras o difíciles y ser capaces de reconstruirnos después, saliendo fortalecidos de la experiencia”
En el caso de los cuidadores se trata de una habilidad especialmente importante ya que el cuidado de una persona enferma o dependiente puede conducirnos ante situaciones de gran estrés. Si somos resilientes sabremos hacer frente a estas situaciones con fortaleza, evitando la depresión, el abandono o la culpa.
En este post vamos a daros 10 pasos para aumentar vuestra resiliencia, ya que un cuidador resiliente supone un cuidador más sano, con una mejor autoestima, mayor optimismo, capaz de afrontar los retos que se le plantean, menos predispuesto a la depresión y otros sentimientos negativos, y en definitiva con una vida más plena y feliz tanto laboral como personalmente ¿Listo para ser un cuidador resiliente?
Introspección
Para desarrollar la resiliencia es importante ser capaces de mirarnos a nosotros mismos, conocernos en profundidad, entendernos mejor y así poder interactuar con el mundo exterior desde el conocimiento personal.
Motivación
Otro ingrediente importante es la motivación, esa capacidad de darle sentido a nuestra vida y de construirnos un proyecto personal propio que será el motor de nuestras acciones.
Autorregulación emocional
Saber regular nuestras emociones también es esencial. Esto no quiere decir que tengamos que evitar ciertas emociones indeseadas, la clave está en aceptarlas cuando lleguen y saber gestionarlas de la forma adecuada. Tal y cómo aprendimos en el post sobre la tristeza.
Autonomía emocional
De la misma forma debemos aprender a ser independientes emocionalmente, saber tomar distancia ante ciertas circunstancias. Esto no quiere decir que nos tengamos que aislar, para nada, pero sí ser conscientes de nuestra individualidad y evitar llevarlo todo al terreno personal.
Confianza en nosotros mismos
Otro de los puntos más importantes será la valoración que hacemos de nosotros mismos. Una adecuada autoestima nos ayudará a sentirnos más capaces de superar los problemas, y por lo tanto, de superarlos. Recuerda, eres lo que crees que eres.
Capacidades sociales
También debemos ser capaces de relacionarnos con los demás sanamente, estableciendo vínculos afectivos con las personas de nuestro alrededor.
Optimismo
Para afrontar situaciones difíciles es indispensable mostrar una actitud positiva, quitándole hierro al asunto, desdramatizando los problemas y afrontándolos con una actitud creativa.
Humor
Este punto va muy ligado al anterior. A la hora de afrontar problemas es importante saber relativizarlos, reírnos de nosotros mismos y de la vida puede ser de gran ayuda en ciertas ocasiones.
Ética y coherencia
Otro punto clave será mantener una relación entre lo que pensamos, decimos y hacemos. Ser coherentes con nosotros mismos nos ayudará a mantenernos más firmes ante las adversidades, a la vez que mejorará nuestra autoestima.
Colaboración y compromiso
Comprometernos con ciertos valores, personas o tareas también nos hace más fuertes. Del mismo modo que la capacidad de ayudar a los demás nos ayuda a ser más resilientes.
Como ves, la resiliencia es una habilidad que podemos trabajar y que nos puede facilitar mucho la vida. Adversidades en la vida no nos van a faltar, eso es así, lo único que podemos cambiar es nuestra actitud ante ellas. Esperamos que estos 10 consejos te sirvan de ayuda a la hora de desarrollar tu resiliencia y puedas así salir fortalecido de cada experiencia adversa, convirtiéndote cada vez en un cuidador y una persona más fuerte.
10 propósitos para crecer en resiliencia
• Establece metas alcanzables en tus rutinas: nada satisface más que alcanzar nuestros propios objetivos. Pero no te engañes: en ocasiones no los alcanzamos no porque no podamos, sino porque nos proponemos metas imposibles. Trabaja en el día a día con pequeños objetivos pero con grandes resultados como hacer sonreír a tu ser querido.
• Nunca te muestres impasible ante la adversidad: la confianza en uno mismo es vital en resiliencia. Por ello nunca dudes de tu capacidad para afrontar cualquier obstáculo y no ignores un problema: afróntalo. Estás plenamente capacitado para ello.
• No temas pedir ayuda si sufres sobrecarga: pedir ayuda no es signo de debilidad, es signo de preocupación por querer dar lo mejor a tu ser querido y ver que no es posible. Por ello, lo egoísta no es delegar, sino querer mantener una situación que no beneficia ni a tus mayores, ni a tu entorno ni a ti mismo.
• Rodéate de gente positiva: evita los llamados “vampiros emocionales” y acude siempre a aquellas personas que no sólo te escuchan, sino que también te entienden. Los tienes más cerca de lo que piensas, ya sean familiares, amigos o comunidades de cuidadores donde compartir todo lo bueno y anular todo lo malo.
• Sé consciente de tus propias limitaciones: la superación se debe abordar con la mente en reposo, por lo que en situaciones de sobrecarga, enfrenta la adversidad desde el autoconocimiento y tus propias limitaciones y no desde el deseo de que todo acabe.
• Practica mindfulness: esta palabra que te puede sonar a nueva es en realidad una práctica milenaria. Consiste en tomar la actitud de que el pasado es cosa del ayer y no debe ser una fuente de culpabilidad como filosofía de vida. Acepta cada nueva situación, saca siempre el máximo provecho y nunca pierdas la capacidad de asombro ante los nuevos retos.
• Trabaja tu optimismo: nada es completamente positivo ni negativo. Por ello simplemente concentra tus fuerzas hacia todo lo bueno y ante lo malo plantea retos. Todos tenemos un mal día en algún momento, pero ese día acaba y empieza uno que sin duda será mejor.
• Disfruta de los pequeños detalles: en ocasiones estamos tan preocupados por sacar adelante lo imposible que cada paso que damos al frente, lo dejamos caer en el olvido. Por ello, disfruta cada momento bueno y no lo ensombrecen a causa de una búsqueda o reto que puede volverse imposible.
• Sé flexible ante el cambio: no te aferres a un plan. Si las circunstancias cambian, ¿por qué no buscar la alternativa? En ocasiones no es necesario saltar cada obstáculo: siempre que te resulte positivo a ti y a tu ser querido, puedes simplemente rodearlo o buscar otro camino.
• Y por último… ¡cuídate cuidador!: es nuestro lema y es lo que queremos transmitirte en todo momento, también en 2017. Para cuidar siempre es necesario una mente preparada, y nunca lo estará si no nos preocupamos por motivarnos y sentirnos bien con nosotros mismos.
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