Incontinencia fecal en los ancianos: Las causas

La incontinencia fecal es un trastorno que impide controlar la eliminación de gases y heces. Profundizamos en las causas y remedios de este trastorno.

La incontinencia fecal es un trastorno que se caracteriza por la incapacidad de controlar el tránsito de heces y gases intestinales. Se manifiesta con diversos grados de gravedad: desde pequeñas pérdidas transitorias hasta una incapacidad total y crónica para controlar la eliminación intestinal.

La incontinencia fecal está relacionada con la pérdida de elasticidad y tono de los músculos del perineo; por lo tanto, las categorías de personas con mayor riesgo de desarrollar este trastorno son:

  • Las personas mayores
  • Las mujeres que han tenido hijos por parto natural
  • Las que padecen enfermedad inflamatoria intestinal crónica
  • Los que padecen diabetes, enfermedad de Parkinson
  • Quienes se han sometido a cirugía anal

Si sufres este problema, es fundamental que conozcas los remedios más eficaces e innovadores para evitar que la afección afecte negativamente a tu vida diaria.

Incontinencia fecal en ancianos: las causas

La incontinencia fecal es, en la mayoría de los casos, síntoma de una enfermedad; de hecho, se presenta con mayor frecuencia en quienes padecen:

  1. trastornos de la eliminación intestinal: Diarrea crónica o aguda, estreñimiento o enfermedad inflamatoria intestinal, pueden ser la causa de la eliminación de heces líquidas.
  2. Pérdida de tono muscular: Algunas cirugías como el tratamiento de hemorroides graves, lesiones postnatales o tras tratamientos de radioterapia, pueden endurecer los músculos del ano y alterar la eliminación intestinal.
  3. Incontinencia urinaria: La pérdida del tono muscular del suelo pélvico aumenta el riesgo de desarrollar incontinencia urinaria y/o fecal.
  4. Trastornos neurológicos: La incontinencia fecal es más frecuente en los accidentes cerebrovasculares, la esclerosis múltiple, la diabetes y la demencia senil.

Complicaciones de la incontinencia fecal

Para los enfermos de incontinencia fecal, la complicación más frecuente a la que hay que hacer frente es, sin duda, el impacto psicológico. La incapacidad para controlar la eliminación intestinal genera un fuerte componente de ansiedad, estrés y vergüenza.

La incontinencia fecal también tiene un fuerte impacto físico, ya que puede provocar:

  • Irritación y maceración de la piel en la zona anal,
  • Aumento del riesgo de infecciones urinarias
  • Factor de riesgo de escaras en pacientes encamados.

Incontinencia fecal en los ancianos

Queremos señalar algunos consejos útiles si se presentan las siguientes molestias, frecuentes entre las personas mayores:

  • Diarrea: ya sea en caso de diarrea aguda o crónica, es importante beber al menos dos litros de agua al día (a menos que el médico indique lo contrario), evitar los alimentos picantes o ahumados, evitar el alcohol y la cafeína, los alimentos grasos o los productos lácteos. Es esencial mantenerse activo, dando paseos cortos constantes o haciendo ejercicio pasivo (si su ser querido está postrado en la cama).
  • Estipulación: Es importante procurar que la dieta sea rica en fibra, frutas y verduras, y que el consumo de líquidos sea de al menos dos litros de agua al día (salvo que el médico indique lo contrario). También es necesario realizar una actividad física constante o ejercicio pasivo (si nuestro ser querido está encamado) para favorecer el peristaltismo intestinal.
  • Debilidad muscular: En consulta con el médico y el fisioterapeuta, puede ser útil establecer un programa de ejercicios personalizado dirigido a fortalecer el suelo pélvico (ejercicios-Kegel) y los músculos del esfínter anal para intentar recuperar la continencia.
  • Trastornos neurológicos:La incontinencia fecal relacionada con trastornos neurológicos requiere una atención extra porque los periodos de estreñimiento, generalmente inducidos por fármacos, pueden alternarse con periodos de eliminación de heces formadas o líquidas. En este caso, es importante prestar atención a la dieta y al movimiento que ayuda a la eliminación intestinal, pero sobre todo resulta esencial anotar las eliminaciones intestinales. Se puede seguir el ejemplo del diario de micciones para tener siempre a mano un cuadro completo de la propia situación que se puede comunicar al médico.
  • Demencia/estados confusionales: Las personas con demencia o estados confusionales pueden no sentir o reconocer la necesidad de evacuar. En esta circunstancia, puede ser útil anotar en un diario las horas de eliminación intestinal (normalmente una hora después de las comidas) para evitar episodios de incontinencia.

En cualquier caso, es muy importante cuidar la higiene íntima con productos que no sean agresivos para la piel. Un anciano incontinente es propenso a una higiene íntima frecuente, confiar en productos de higiene personal de calidad es una prevención eficaz contra el enrojecimiento de la piel y la dermatitis.

Varios estudios científicos coinciden en que para las personas con incontinencia, es preferible utilizar productos "sin aclarado" para preservar la fragilidad de la piel.

La higiene realizada con la espuma MolicareSkin en combinación con toallitas desechables elimina a fondo las impurezas, elimina los olores desagradables y preserva la película hidrolipídica de la piel, previniendo el enrojecimiento y la dermatitis.

En combinación, recomendamos proteger siempre la piel con crema barrera transparente, ya que crea una verdadera barrera entre la piel y la orina y/o las heces. Si ya hay enrojecimiento, se puede utilizar la crema de óxido de zinc; el alto porcentaje de zinc que contiene esta crema permite una acción emoliente y antiinflamatoria.

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