Colesterol en 190 - ¿Es peligroso?

Recibir los resultados de una analítica y ver que el colesterol total está en 190 mg/dl puede generar dudas, especialmente si estás cuidando a una persona mayor. En ese momento surgen preguntas como: ¿es un nivel saludable? ¿Debemos hacer cambios? ¿Hay que preocuparse? Comprender el significado de este valor es clave para tomar decisiones adecuadas y cuidar la salud cardiovascular.

En este artículo te explicamos con claridad qué significa tener el colesterol en 190, cuándo puede representar un problema y qué hacer si se da el caso. Todo desde un enfoque profesional, pero con un tono cercano y comprensivo para quienes cuidan a personas mayores.

Colesterol a 190: ¿es bueno o es malo?

En términos generales, un nivel de colesterol total en 190 mg/dl se considera deseable y dentro del rango saludable. Las guías clínicas establecen los siguientes niveles de referencia: Menos de 200 mg/dl: deseable. Entre 200 y 239 mg/dl: límite alto. Y 240 mg/dl o más: alto

Por tanto, un valor de 190 mg/dl no se considera alto y no requiere alarma inmediata. Sin embargo, si hay otros factores de riesgo como hipertensión, diabetes o sedentarismo, conviene interpretarlo con cautela.

¿Qué implica tener el colesterol en 190?

Un resultado de 190 mg/dl indica que el colesterol total está en un rango considerado adecuado. De hecho, muchas estrategias de prevención cardiovascular tienen como objetivo mantenerse por debajo de 200 mg/dl.

Aun siendo una cifra saludable, si hay dudas sobre el riesgo cardiovascular es recomendable revisar el perfil lipídico completo. Un valor de 190 puede considerarse positivo si el colesterol "malo" (LDL) está controlado y el "bueno" (HDL) es alto. En cambio, si el LDL se encuentra elevado, puede representar una señal de alerta temprana. Te recomendamos leer nuestro artículo de niveles normales de colesterol. 

En personas mayores, especialmente si no tienen antecedentes de enfermedad cardiovascular, mantener el colesterol total en 190 puede ser una señal de buena salud metabólica. Aun así, es importante considerar otros factores:

¿Tiene la persona hipertensión? ¿Es diabética o tiene prediabetes? ¿Fuma? ¿Hace ejercicio de forma regular?

La combinación de todos estos elementos es lo que permite estimar el riesgo cardiovascular global.

¿Qué puede causar un colesterol de 190?

Un nivel de colesterol de 190 mg/dl puede deberse a diversas causas, y no todas son necesariamente negativas. De hecho, este valor puede ser el reflejo de buenos hábitos de vida. Sin embargo, es importante conocer las principales razones que pueden influir en el colesterol total.

Mantener el colesterol en un nivel bajo suele estar relacionado con una dieta equilibrada, baja en grasas saturadas, y con el consumo regular de alimentos ricos en fibra, como frutas, verduras y legumbres. Además, la actividad física frecuente y un peso corporal adecuado también juegan un papel importante. No fumar ni consumir alcohol en exceso son otros hábitos que ayudan a mantenerlo bajo control.

Por otro lado, existen ciertos factores de riesgo que podrían hacer que el colesterol aumente con el tiempo. Una dieta rica en embutidos, fritos o productos procesados, junto con un estilo de vida sedentario, pueden contribuir a ello. La predisposición genética también es un factor a tener en cuenta, así como los cambios hormonales que ocurren con la edad.

Aunque un colesterol de 190 no es preocupante por sí mismo, es importante tener en cuenta que este valor podría aumentar si no se mantienen hábitos saludables. Por eso, seguir un estilo de vida cardiosaludable sigue siendo fundamental para mantener la salud cardiovascular a largo plazo.

Cómo reducir el colesterol si empieza a subir

Si en análisis posteriores el colesterol comienza a elevarse, hay diversas estrategias para mantenerlo a raya de forma natural, sin necesidad inmediata de medicación. Estas medidas también son válidas de forma preventiva, especialmente en personas mayores:

Revisión de la alimentación

Para mejorar los niveles de colesterol, es recomendable eliminar o reducir el consumo de grasas saturadas, presentes en alimentos como embutidos, carne roja, mantequilla y productos lácteos enteros. También es importante evitar las grasas trans, que se encuentran en la bollería industrial, las margarinas y los productos precocinados. En cambio, es beneficioso aumentar la ingesta de fibra soluble, que se encuentra en alimentos como la avena, las frutas y las legumbres.

Además, incluir en la dieta alimentos ricos en ácidos grasos omega-3, como los pescados azules, las semillas de lino y las nueces, es una excelente opción para mantener la salud cardiovascular. Por último, se recomienda priorizar el uso de aceite de oliva virgen extra, que es una fuente de grasas saludables para el corazón.

Apuesta por la actividad física

Realizar ejercicio de forma moderada y adaptada a la edad mejora los niveles de colesterol: Puedes caminar 30 minutos al día o realizar actividades como natación, baile, tai chi, yoga o ejercicios de fuerza suave para mantener la masa muscular. 

Control del peso y factores asociados

La pérdida de entre un 5% y un 10% del peso corporal puede mejorar significativamente los niveles de colesterol y triglicéridos. Además, mantener la glucosa y la presión arterial bajo control ayuda a reducir el riesgo cardiovascular total.

Estilo de vida saludable en general

Abandonar el tabaquismo, dormir bien, gestionar el estrés con técnicas como la respiración, el mindfulness o el acompañamiento emocional

Una mirada tranquila y preventiva

Un colesterol en 190 no es peligroso, pero sí representa un punto de partida excelente para seguir cuidando la salud cardiovascular. Para un cuidador o cuidadora no profesional, este valor puede verse como una oportunidad para mantener o incluso mejorar la calidad de vida de la persona a su cargo.

La prevención no se basa en alarmismos, sino en información y acompañamiento. Con pequeños cambios sostenidos en el tiempo, es posible mantener el colesterol en niveles saludables durante muchos años, reduciendo así el riesgo de enfermedades del corazón.

Cuidar no es solo asistir: es también fomentar hábitos, motivar, dar ejemplo. Y en ese camino, el conocimiento es una herramienta poderosa.