Demencia vascular: Qué es, causas y síntomas

La demencia vascular es una alteración cognitiva que causa alteraciones en el pensamiento, el lenguaje, la memoria, el juicio y el comportamiento, y que tiene un impacto significativo en la vida de quienes lo padecen y sus seres queridos.

Pero, ¿qué es exactamente la demencia vascular? ¿Cuáles son sus síntomas y cómo se puede prevenir? Descubre más sobre ella en este artículo.

¿Qué es la demencia vascular?

La demencia vascular es el segundo tipo de demencia más común después del Alzheimer. En un término general, ocurre como resultado de pequeños accidentes cerebrovasculares que han ido dañando los vasos sanguíneos del cerebro, de manera que se va interrumpiendo el flujo de sangre y oxígeno al mismo.

Síntomas principales de demencia vascular

La demencia vascular suele manifestarse en una serie de síntomas que pueden variar en severidad y frecuencia. Aunque cada caso es único, existen ciertos signos que pueden indicar su presencia. Reconocer estos síntomas de forma temprana no solo pueden llevar a una intervención y abordaje más rápidos, sino también a una mejor calidad de vida para quienes la padecen. Estos son los síntomas más comunes:

• Dificultad para realizar tareas cotidianas: la demencia vascular puede disminuir la capacidad de realizar tareas rutinarias, como puede ser dificultad para cocinar, vestirse, tomar medicamentos a tiempo, o incluso seguir instrucciones sencillas.
• Pérdida de memoria: olvidarse de las cosas, especialmente aquellas que son parte de la rutina diaria, puede ser una señal temprana de demencia vascular. Estos olvidos pueden ser esporádicos al principio, pero acostumbran a empeorar con el tiempo.
• Desorientación: las personas con demencia vascular pueden perderse en lugares familiares o no reconocer su entorno inmediato. Esto puede ser especialmente evidente si se encuentran en un lugar nuevo o si su rutina se ve alterada.
• Problemas de lenguaje: pueden tener dificultades para encontrar las palabras correctas durante una conversación, completar frases o entender lo que se les dice. Esto puede llevar a conversaciones frustrantes, discusiones y a un posible aislamiento social.
• Dificultades para leer y escribir: la capacidad para seguir una línea de texto o para escribir palabras y frases puede verse afectada.
• Falta de juicio: La demencia vascular puede afectar la capacidad de juicio de una persona, lo que puede llevar a situaciones en las que el paciente no reconoce el peligro o bien actuar de forma inapropiada en público.

¿Qué causa la demencia vascular?

La principal causa de la demencia vascular se encuentra en el flujo sanguíneo al cerebro: como comentábamos al inicio de este artículo, padecer pequeños accidentes cerebrovasculares de forma recurrente dañan los vasos sanguíneos, privando al cerebro de los nutrientes y oxígeno necesarios para funcionar correctamente.

Factores de riesgo

Mientras que las causas de la demencia vascular se refieren a las condiciones y eventos que llevan directamente a la enfermedad, los factores de riesgo son características o hábitos que aumentan la probabilidad de desarrollar la enfermedad. En este sentido, y aunque no todas las personas con estos factores experimentarán demencia vascular, resulta muy importante ser conscientes de ellos. Aquí te presentamos los más relevantes:

• Edad avanzada: el riesgo de demencia vascular incrementa a medida que envejecemos. La mayoría de las personas diagnosticadas tienen más de 65 años.
• Antecedentes de accidentes cerebrovasculares: quienes han tenido un accidente cerebrovascular están más predispuestos a desarrollar demencia vascular, debido al daño sufrido en los vasos sanguíneos del cerebro.
• Hipertensión arterial: una presión arterial alta y no controlada puede dañar los vasos sanguíneos en el cerebro, afectando a su flujo y potenciando la demencia vascular.
• Colesterol alto: unos índices de colesterol alto pueden contribuir al endurecimiento y estrechamiento de las arterias, lo que afecta directamente al flujo sanguíneo al cerebro.
• Diabetes: con la diabetes los vasos sanguíneos también se ven afectados.
• Tabaquismo: no solo afecta a la salud en general y es un hábito nocivo, el tabaco también daña los vasos sanguíneos y eleva el riesgo de sufrir accidentes cardiovasculares.
• Obesidad: el exceso de peso contribuye a la hipertensión arterial, la diabetes y el colesterol alto, todos ellos factores de riesgo para la demencia vascular.

¿Se puede prevenir la demencia vascular?

Como hemos visto, los vasos sanguíneos juegan un papel importante en la demencia vascular, de manera que, tomando las siguientes medidas preventivas pueden ayudar a reducir el riesgo:

• Mantener una presión arterial saludable es un gran punto de partida, ya que ayuda a prevenir tanto los accidentes cerebrovasculares como la demencia. En este sentido, es importante llevar controles regulares y tomar medidas para controlar la hipertensión arterial en caso de ser necesario.
• Control de la diabetes: si tienes diabetes, un control efectivo de la glucosa en sangre ayuda a reducir el riesgo de daño a los vasos sanguíneos, y por consecuencia, disminuir el riesgo de demencia vascular.
• Mantener un estilo de vida activo con actividad física regular, no solo es recomendable para tu salud cardiovascular, también te proporciona beneficios para tu salud cerebral y mental.
• El tabaco es uno de los responsables en dañar los vasos sanguíneos y de disminuir el flujo de sangre al cerebro, por lo que buscar ayuda para dejar de fumar tendrá un impacto significativo en tu salud cerebral y general.

¿Cuándo debo acudir a un especialista?

Reconocer los primeros signos y buscar asesoramiento médico puede tener un impacto significativo en el abordaje de los síntomas y la enfermedad.

Si sospechas que tú, un ser querido o la persona a la que cuidas está experimentando síntomas que podrían ser señales de demencia vascular, es importante buscar atención médica para salir de dudas.

En cuanto a la consulta médica, el especialista realizará una serie de evaluaciones, como una revisión de la historia clínica completa, una revisión de los síntomas, pruebas neurológicas y cognitivas y posiblemente análisis y/o resonancias magnéticas o tomografías.

El proceso de diagnóstico puede resultar extenso y requerir varias visitas, pero éstas serán fundamentales para comprender lo que está sucediendo y cómo manejarlo de la mejor forma posible.

Cómo cuidar de una persona con demencia vascular

Cuidar de una persona con demencia vascular puede convertirse en todo un reto, pero hay medidas que puedes tomar para facilitar el proceso y mejorar su calidad de vida.

La empatía, la paciencia y la comprensión son fundamentales en este camino, así como una serie de medidas prácticas:

• Ofrece seguridad en el hogar: será necesario adaptar la vivienda para minimizar el riesgo de caídas y accidentes.
• Mantén las rutinas: una rutina diaria establecida que sea predecible proporciona seguridad a la persona con demencia vascular, ya que reduce la confusión y ansiedad a lo que pueda ocurrir.
• Fomenta la actividad física y mental, con ejercicios adaptados y pasatiempos para mantener la mente ocupada y activa.
• Respeta su independencia de forma segura, mediante acciones sencillas que pueda realizar él o ella solo, como en el momento de asearse o poniéndose solo alguna prenda de vestir.
• Busca apoyo, sea en asociaciones o grupos de cuidadores. Recuerda, no estás sola/o.

Porque, aunque la demencia vascular se pueda convertir en un desafío tanto para ti, cuidador/a, como para los seres queridos, con una detección temprana y unos cuidados adecuados es posible mantener una buena calidad de vida.

No olvides dejarnos en comentarios si añadirías algún consejo más.