Según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN), unas 800.000 personas padecen Alzheimer en España. Por eso,...
¿Cuáles son las fases del alzheimer y cómo manejarlas?
La enfermedad de Alzheimer afecta a las células cerebrales y provoca el deterioro de las actividades mentales, lo que conlleva cambios en el comportamiento y la personalidad. Esta enfermedad debe su nombre a un neuropsiquiatra alemán, Alois Alzheimer, quien describió por primera vez este tipo de demencia.
La enfermedad de Alzheimer es en un 50% la causa más común de demencia, aunque los síntomas de esta enfermedad no siempre son distinguibles de un declive fisiológico asociado a la vejez.
Por primera vez en 2005, la American Alzheimer's Association publicó los 10 signos que permiten reconocer esta enfermedad:
Pérdida de memoria: Olvidar toda la información que se ha aprendido recientemente, como fechas y acontecimientos.
Imposibilidad de hacer cosas que se han planificado.
Incapacidad para completar las tareas cotidianas: Escribir la lista de la compra.
Confusión de tiempo o lugar: perder la noción del tiempo y, en algunos casos, olvidar dónde se está o cómo se ha llegado hasta allí.
Incomprensión de imágenes visuales y relaciones espaciales: Juzgar la distancia y determinar el color o el contraste de un objeto.
Problemas con las palabras, hablando o escribiendo: Seguir o participar en una conversación.
Perder cosas y perder la capacidad de volver sobre los propios pasos: Colocar cosas en lugares poco habituales.
Disminuir o juzgar mal: Dar un valor incorrecto a las cosas, por ejemplo, al dinero.
Retirarse del trabajo o de actividades sociales: retirarse de aficiones, actividades sociales u otros compromisos.
Cambios en el estado de ánimo y la personalidad: Volverse confuso, desconfiado, deprimido, temeroso o ansioso.
Cuando se presentan al menos cuatro de estos signos, debe consultar a su médico. Una sola visita al especialista no es suficiente para hacer el diagnóstico de Alzheimer, hay que comparar los resultados a lo largo del tiempo.
Alzheimer: las fases
El curso de la enfermedad de Alzheimer puede dividirse en tres etapas diferentes. A continuación te las detallamos:
Etapa inicial
La enfermedad comienza con trastornos de la memoria y del lenguaje.
Fase intermedia
Se produce una pérdida progresiva de autonomía de la persona, que puede llegar a delirar y sufrir alucinaciones, a veces incluso violentas. La agresividad en el Alzheimer puede manifestarse tanto de forma verbal como física.
Fase grave
Caracterizada por la pérdida total de autonomía, el enfermo deja de comer, beber y ya no se comunica.
Se estima que la duración media del Alzheimer oscila entre los 8 y los 20 años.
Diagnóstico del Alzheimer
La única forma de tener un diagnóstico certero de Alzheimer es a través de la identificación de placas amiloides en el tejido cerebral, que sólo pueden detectarse tras la muerte del paciente, a través de la autopsia.
El médico especialista para diagnosticar la demencia con el nombre de Alzheimer utiliza varias pruebas:
Recogida de historial clínico personal y familiar.
Analíticas de sangre, orina y líquido cefalorraquídeo.
Pruebas neuropsicológicas, que miden la memoria y la capacidad de atención.
Brain Tac.
Imagen por resonancia magnética.
Electroencefalograma.
Evaluación neuropsicológica y psiquiátrica.
Aunque no conduzcan a un diagnóstico definitivo, estas exploraciones se realizan para descartar otras posibles causas que den lugar a síntomas similares, como tumores cerebrales.
Alzheimer: fases terminales
Los síntomas y el curso de la enfermedad de Alzheimer pueden variar mucho dependiendo de quien la padezca, por lo que la fase grave puede llegar más o menos rápido.
La fase terminal del Alzheimer se caracteriza por un deterioro cognitivo grave:
Pérdida de memoria, y cambios bruscos de personalidad.
Pérdida de conciencia de experiencias recientes.
Incapacidad para recordar la propia historia personal.
Ya no se reconocen las caras familiares.
Dificultades para vestirse.
Falta de higiene personal, no come solo.
Incontinencia urinaria y fecal.
No responde a estímulos ambientales, no sonríe.
Se sienta y apoya la cabeza.
Compromiso en la sujeción de las piernas.
En esta fase, el paciente se encuentra encamado e incontinente, y necesita mucha ayuda para el cuidado personal diario, incluyendo comer o ir al baño. Los cuidadores de un enfermo de Alzheimer en la fase degenerativa se enfrentan a una rutina muy exigente y necesitan soluciones que les ayuden a simplificar las tareas de cuidado diario.
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¿El Alzheimer es hereditario?
El Alzheimer puede tener un componente hereditario, especialmente en los casos de aparición temprana, que suelen manifestarse antes de los 65 años. Estos casos representan un pequeño porcentaje del total de enfermos de Alzheimer. La mayoría de los casos de Alzheimer son de aparición tardía y están influenciados por una combinación de factores genéticos, ambientales y de estilo de vida.
Factores genéticos como la presencia del gen APOE-e4 pueden aumentar el riesgo de desarrollar la enfermedad, pero no garantizan que una persona desarrolle Alzheimer. Es importante tener en cuenta que aunque la genética puede jugar un papel en el riesgo de desarrollar Alzheimer, muchos otros factores también contribuyen a la enfermedad.
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