Fiestas, ruidos y personas con demencia o Alzheimer: ¿cómo ayudarles ante estas situaciones?

Cuidar a una persona con Alzheimer requiere un gran esfuerzo por parte de quien se encarga de sus cuidados. Por eso, este artículo te ayudará a conocer y entender mejor esta enfermedad, en la que además te daremos unos consejos prácticos para vuestro día a día.

Durante ciertas épocas del año, como las fiestas mayores, es habitual que aumenten los ruidos: música alta, petardos, aglomeraciones, desfiles o fuegos artificiales. Aunque para muchos pueden ser motivo de alegría, para las personas mayores con demencia o Alzheimer, estos estímulos pueden ser muy difíciles de procesar.

 

¿Cómo tranquilizar a una persona con demencia o Alzheimer?

Como cuidador o cuidadora, tu rol es esencial para proteger su bienestar. En este artículo te compartimos algunas claves para entender mejor cómo afectan estos eventos y cómo acompañar con empatía y seguridad y así hacerles un poco más felices.


¿Qué siente una persona con demencia o Alzheimer ante estas situaciones?

El exceso de ruido: una fuente de confusión

Las personas con demencia tienen más dificultad para filtrar y entender los estímulos del entorno. Ruidos intensos como música fuerte, ruido de petardos o megafonía pueden generar desorientación, miedo e incluso comportamientos inesperados. A menudo no comprenden qué está ocurriendo, lo que les puede provocar ansiedad o agitación. 

 

Cambios en la conducta: señales de malestar

Durante las fiestas, es frecuente observar que las personas con demencia o Alzheimer  se alteran más fácilmente: pueden mostrarse irritables, tristes, confundidos o más retraídos. También pueden aparecer problemas para dormir, rechazar la comida o manifestar conductas repetitivas. Estas reacciones son respuestas al estrés ambiental.

 

Crear un entorno tranquilo y seguro

Siempre que sea posible, evita exponer a la persona con demencia o Alzheimer  a situaciones ruidosas o imprevisibles como petardos, fuegos artificiales, conciertos, y masificaciones. Si viven en una zona donde se celebran fiestas, toma medidas como:

  • Cerrar puertas y ventanas para aislar el ruido.
  • Utilizar cortinas gruesas o tapones auditivos (si los toleran).
  • Poner música relajante o sonidos suaves que aporten calma.
  • Mantener rutinas estables durante esos días.

 

Acompañar desde la calma y la contención emocional a la persona con demencia

Durante momentos de sobresalto, evita corregir o razonar. Lo más efectivo es transmitir serenidad, hablar con tono suave, ofrecer contacto visual y físico si lo aceptan (una caricia, un abrazo), y validar sus emociones con frases simples como “Estoy aquí contigo, estás a salvo”.

 

Anticiparse y planificar ayuda a prevenir crisis

Informa a la persona, dentro de sus capacidades, de que habrá celebraciones. También puedes avisar a vecinos o familiares para que colaboren creando un ambiente respetuoso. Si en la zona se espera un evento especialmente ruidoso, intenta programar alguna actividad relajante o simplemente estar más presente.

Cuidarse también es cuidar

Como cuidador, tú también puedes sentirte desbordado en estas fechas. No estás solo. Busca apoyo, comparte tus inquietudes con otros profesionales o familiares, y no dudes en pedir ayuda si lo necesitas. Tu bienestar es imprescindible para poder seguir acompañando.

 

Hagamos que las fiestas sean inclusivas

Promover celebraciones que tengan en cuenta a las personas más vulnerables es responsabilidad de todos. Con pequeños gestos, podemos hacer que estos días también sean seguros y agradables para quienes viven con demencia o Alzheimer.

Gracias por tu labor diaria. Cuidar con respeto, comprensión y cariño marca una gran diferencia.

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