Disfagia: dificultad para tragar en personas mayores

Vigilar la alimentación de las personas que cuidamos puede implicar enfrentarse a veces a problemas relacionados con la nutrición como la disfagia. En este post hablaremos de qué es, los tipos de disfagia, síntomas y alimentos recomendados.

La buena alimentación es importante a cualquier edad, pero en el caso de los adultos mayores es esencial, ya que, con el paso de los años, tanto la digestión como la absorción de nutrientes no tienen la misma eficacia.

Pero no solamente se trata de cuidar la alimentación, sino que la vejez puede generar otros problemas relacionados con la nutrición. Uno de los más comunes es la disfagia, que afecta al 25% de las personas de más de 70 años y entre aquellas que padecen Alzheimer, Parkinson o demencia senil, las probabilidades aumentan a más del 80%.

¿Qué es la disfagia?

La disfagia es la dificultad al tragar o deglutir, por lo que el proceso de mover los alimentos de la boca al estómago requiere más tiempo y esfuerzo, y en algunos casos puede implicar dolor o incluso imposibilidad, pudiendo obligar a pacientes graves a buscar vías alternativas para mantener una nutrición básica.

Suele darse sobre todo en pacientes de edad avanzada, como consecuencia de accidentes cerebrovasculares, Alzheimer, Parkinson o traqueotomías, dolencias que pueden afectar a la lengua, los músculos de la garganta y el esófago.

Síntomas de la disfagia en ancianos

Estos son los síntomas y signos de alarma en los que nos debemos fijar cuando come o damos de comer a la persona dependiente:

  • Se atraganta o tose con cierta frecuencia durante o después de las comidas, o al beber líquidos.
  • Se queja de dolor o de molestias en la garganta.
  • Come muy despacio, tiene dificultad para masticar o le queda comida en la boca después de tragar.
  • Sensación de residuo en la boca o faringe y tener que tragar varias veces.
  • Babeo. Le cae la saliva con frecuencia.
  • Rechaza o le cuesta comer alimentos que antes comía sin problemas.
  • Tiene sofocos mientras come.
  • Caída de alimentos de la boca
  • Pérdida de peso sin explicación.

Tipos de disfagia

Existen dos tipos de disfagia que pueden producirse en ancianos:

Disfagia orofaríngea

La disfagia orofaríngea se produce al inicio de la deglución, ya que se origina en la zona de la faringe, por lo que el bolo alimenticio no puede llegar al esófago.

Disfagia esofágica

Cuando se padece disfagia esofágica, el paciente logra llevar los alimentos sólidos y líquidos más allá de la faringe, pero el bolo alimenticio se detiene en el esófago, provocando dificultad para seguir deglutiendo.

Efectos de la disfagia

Lo que sucede en la disfagia es básicamente que los músculos encargados de ayudar a tragar no funcionan bien porque no reciben de manera correcta los impulsos motores del cerebro.

Esta dificultad tiene efectos directos en las personas ancianas, ya que les genera dependencia, así como problemas de nutrición, deshidratación y riesgos relacionados con la presencia de sólidos o líquidos en los conductos respiratorios.

El principal peligro para el anciano con disfagia orofaríngea es que puede sufrir de constante aspiración y los alimentos pueden pasar hacia la tráquea, haciendo que se atragante.

Además, en los casos graves de disfagia orofaríngea el paciente no puede deglutir la saliva y presenta sialorrea, que es la retención salival abundante en la boca.

¿Qué especialista trata la disfagia?

Si algunos de estos signos son habituales, entonces es momento de pedir cita en vuestro centro de salud y consultar con el médico de cabecera, que será el encargado de decidir si un especialista debe revisar el caso.


Será entonces cuando el otorrino recabará información sobre cuándo y cómo sucede esa dificultad para tragar, así como cuáles son los alimentos que más problemas causan al paciente. Después observará la boca y la faringe mientras el paciente mastica y traga.


Si es preciso, el otorrino llevará a cabo una exploración instrumental más precisa para realizar el diagnóstico como son los rayos X, la endoscopia y la manometría. Durante los rayos X, el paciente debe ingerir una solución inofensiva de bario, que permitirá ver el movimiento de los fluidos dentro de la faringe y esófago, así como las posibles obstrucciones.


¿Qué puedo hacer como cuidador ante una disfagia?

Hay una serie de acciones que puedes realizar para prevenir y mejorar la disfagia en ancianos y sus respectivos problemas para tragar:

  1. Es preferible dar los alimentos y líquidos en pequeñas cantidades, por ejemploutilizando cucharillas de postre en lugar de cucharas de sopa. Para evitar que el bolo alimenticio se haga más grande en la boca, no vuelvas a llenar la boca hasta que veas que tu paciente ha tragado todo.

  2. Procura que tu paciente esté en una correcta posición al comer. Trata de ubicarlo en una posición alzada, evitando que se vaya hacia los lados o hacia atrás.

  3. Debes ponerte de frente a tu paciente para darle de comer, así no es necesario que tuerza la cabeza para introducirle la cuchara en la boca, que se debe poner en medio de la lengua, ejerciendo una ligera presión hacia abajo. Un truco para mejorar el reflejo de deglución es tocar el labio inferior con la punta de la cuchara bien fría.

  4. Atención plena. El paciente con disfagia no debería tener distracciones durante el momento de las comidas.

  5. Tritura los alimentos sólidos en puré.

  6. Intenta que la comida tenga una textura homogénea.

  7. Evita alimentoscon texturas fibrosas (como espárragos, apios y lechugas); frutas, verduras y legumbres con semillas o piel (como el tomate); crujientes y duros (como frutos secos o galletas); o pegajosos (miel y otros dulces).

  8. Evita los líquidos como el agua, los caldos o las infusiones, o haz que estos tengan una textura y consistencia similar a la del yogur gracias a los espesantes comerciales y el agua gelificada.

  9. Mantén una limpieza bucal antes y después de la comida. Es importante para mantener hidratada la mucosa, estimular la producción de saliva y evitar que el alimento se quede pegado a la boca.

  10. Utiliza utensilioscomo el vaso con recorte para que su borde no toque la nariz y permita que el paciente beba manteniendo la barbilla baja, sin tener que levantar la cabeza hacia atrás, lo que disminuye el riesgo de atragantamiento en adultos.

  11. Visitad al odontólogo: un ajuste de la dentadura puede ayudar mucho. Además, una buena higiene oral también es importante para lograr una adecuada salivación.

Alimentos ideales para personas mayores con disfagia

Como ya hemos visto en el anterior punto, hay algunos alimentos que debes evitar para mejorar o prevenir la dificultad al tragar. Pero en realidad, más que los propios alimentos, lo que hace que sean recomendados o no en una dieta o menú para personas con disfagia es su textura.

Por tanto, estos son los alimentos que, debido a su textura, son de fácil masticación y aptos para pacientes con disfagia:

  • Líquidos espesos y con consistencia.

  • Sorbetes y gelatina.

  • Mantequillas y margarinas.

  • Queso cottage y queso cremoso.

  • Yogures.

  • Huevos en forma de tortilla, escalfados, revueltos, medio cocidos o flanes.

  • Pan y cereales cocidos.

  • Verduras suaves enlatadas.

  • Patatas gratinadas, al horno, hervidas o en forma de puré.

  • Verduras en puré.

  • Frutas enlatadas suaves sin pepitas ni piel y plátanos maduros.

  • Frutas en puré, batidas o en gelatina.

  • Carne melosa, como albóndigas en salsa.

  • Pescado meloso, suave y sin espinas.

Esperamos que esta información te haya resultado útil. Y tú, ¿qué alimentos recomiendas y cuáles evitas para una persona con disfagia? Comparte tu experiencia con nosotros y con el resto de la comunidad de cuidadores.

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