Semana Santa en familia

Notarnos cerca de la gente que queremos y con la que quizás no tenemos la ocasión de pasar el día a día tiene numerosos beneficios: nos reconforta, afianza nuestro sentimiento de pertenencia y nos hace sentir seguros, por ello es muy importante vivir momentos agradables en familia así como compartir tiempo, actividades, recordar anécdotas o generar otras nuevas.

Las vacaciones de Semana Santa suponen una oportunidad de juntarnos con la familia. Cultivar relaciones intergeneracionales con nietos, abuelos, padres y crear vínculos emocionales y de complicidad puede ser quizás uno de los planes más atractivos para estas vacaciones, por no hablar de las comidas tradicionales que hacemos en casa.

Cocinar las recetas típicas de nuestros hogares guiados por la memoria de nuestros mayores y de las manos expertas de nuestros abuelos y abuelas puede ser toda una delicia. Un buen plan para estas vacaciones es dedicarle un rato a la cocina con nuestros seres queridos. ¿Hace cuánto que en tu casa no se juntan tres generaciones para hacer rosquillas, torrijas, pestiños o monos de Pascua?

Cocinar en familia y con nuestros mayores es un plan divertido y estimulante. Puedes pedirle a la persona mayor de la que te ocupas que te cuente qué recetas típicas se cocinaban en su casa en estas fechas y que las escriba. Pasareis un buen rato juntos y estarás estimulando la memoria de la persona mayor mientras evoca la receta, el hecho de escribirla además estará reforzando su motricidad fina.

Una vez que tengas varias recetas escritas, solo tienes que elegir una y ponerte manos a la obra; busca varios delantales y reúne en torno a la mesa de la cocina a varios miembros de tu familia para cocinar. Recuerda cocinarlo a fuego lento y con el elemento estrella que hace que todo esté más rico, el amor.

Antes de despedirnos nos gustaría que nos contarás ¿Qué receta vas a cocinar esta Semana Santa y con quién? A nosotros nos ha gustado esta de “torrijas de la abuela”.