10 consejos para cuidarle mejor

Tú lo sabes mejor que nadie: cuidar de una persona mayor es mucho más que levantarla, darle de comer o hacer sus recados. Una de las facetas más importantes de la labor como cuidador es…

Tú lo sabes mejor que nadie: cuidar de una persona mayor es mucho más que levantarla, darle de comer o hacer sus recados. Una de las facetas más importantes de la labor como cuidador es el cuidado social y emocional de la persona dependiente. Por eso, vamos a darte 10 pequeños trucos y consejos para cuidadores con los que la persona dependiente a tu cargo se sentirá arropada y querida:



1. Salir a dar paseos: siempre que la persona tenga un mínimo de movilidad (o si está en silla de ruedas) el salir a dar un paseo le ayudará a romper con esa sensación de aislamiento: tomará aire fresco, verá a otra gente y, en caso de que se pueda valer por sí mismo, caminar le irá bien para su salud.

2. Escúchala/o y conócela/o: la persona a la que cuidas necesita que le prestes atención. El sentir que somos importantes para alguien es una gran fuente de felicidad. Pero, más allá de eso, el involucrarte con las cosas que le gustan te ayudará a buscarle pequeñas distracciones y tareas que le motiven y hagan más ameno su día a día: escuchar música, leer un libro o ver un programa de la tele le entretendrá y le ayudará a sentirse conectado con el mundo. Por otro lado, hablar con ella/el, preguntarle cómo está y contarle cosas que pasan en la ciudad y el barrio, le hará sentir parte de su comunidad; pregúntale también qué opina. ¡Seguro que más de una vez te llevarás una agradable sorpresa!

3. Mantenle en contacto con sus amigos y familiares: el organizar de vez en cuando comidas familiares, acompañarle a ver a sus amigos o decirles que vengan a verla/e es esencial para que se mantenga involucrada/o y , sobre todo, le ayudará a sentirse menos sola/o.

4. Hazle sentirse seguro: a veces, con la edad, nos volvemos más temerosos, especialmente si vivimos solos. Si además la persona a la que cuidas tiene problemas de movilidad, el temor a no poder reaccionar si pasa algo le puede hacer sentirse insegura/o. Añadir un cerrojo extra o darle un móvil y enseñarle a usarlo en caso de emergencia puede ayudar a que se sienta más tranquila/o.

5. Llegad a acuerdos: el familiar al que cuidas tiene sus preferencias por ello debe sentir que, de vez en cuando, se le tiene en consideración: en lugar de darle siempre lo mismo de desayunar o hacer las mismas actividades por la tarde, pregúntale que le apetece y llegad a algún acuerdo. Permítele algún capricho de vez en cuando y, si le apetece realmente hacer algo pero tiene dificultad, pónselo fácil. Por ejemplo, hay veces que la vista ya no les da de sí para leer los libros que le gustaban. Si te pasa esto, busca libros especiales para ancianos con letra grande o imprímeselos en gran tamaño o, si no, busca lupas para ayudar a leer a personas con problemas de visión.

6. Dale el control de pequeñas cosas: aunque sea torpe y lenta/o, seguro que hay algunas cosas que el familiar al que cuidas puede hacer sola/o: ir al baño, comer, peinarse… Trata de darle autonomía siempre que puedas pero facilítale las cosas: déjale todo a mano donde pueda encontrarlo, ponle apoyos en el baño o ducha… Un detalle muy importante, es dejarle el mando de la tele para que ponga lo que quiera, o dejarle sus emisoras de radio pre sintonizadas.

7. Ten paciencia y háblale con cariño: en la medida de lo posible, los cuidadores debemos dirigirnos a la persona dependiente a nuestro cargo con cariño y dulzura y, sobre todo, tenemos que ser pacientes. Si tarda mucho en comer, déjale a su aire u ofrécele tu ayuda de manera sutil; si te dice que no quiere tu ayuda, que se tome su tiempo. Si se le cae algo o tiene cualquier problema, quítale importancia al asunto y dile que es normal: así lo seguirá intentando. Si hace una pequeña travesura, no le regañes en exceso. Siempre tenemos que partir de la premisa que no hacen las cosas de mala fe.

8. Pasa tiempo con ella/él: buscar un juego en común o algo que os guste hacer juntos (cocinar, regar las plantas, cuidar de una mascota) ayudará a estrechar vuestros lazos y seguro que te proporciona momentos memorables: la persona a la que cuidas, además de pasárselo bien, se sentirá más unida/o a ti. Incluso le puedes pedir que te ayude con alguna pequeña labor de casa: se sentirá muy útil.

9. Haz que se sienta acompañado: cuéntale en todo momento qué estás haciendo y por qué: sentirá que se le tiene en cuenta y así sabrá siempre dónde estás por si te necesita. Por ejemplo, si está en silla de ruedas y tú estás toda la tarde en la cocina, llévatelo contigo, aunque estés haciendo otras cosas. Siempre podéis hablar y, aunque esté haciendo otra cosa o no haga nada, el verte hacer cosas en sí ya es para ella/él una distracción y una manera de sentirse acompañado.

10. Tócale y profésale muestras de cariño: el hecho de que le toques el hombro cuando te acerques a preguntarle algo o le des un beso antes de dormir le hará sentirse muy querida/o. Son esos pequeños gestos que le puedes regalar que le hará feliz. ¿Qué puede ser más gratificante que hacer sentir a una persona feliz?



¿Conoces otros trucos y consejos para cuidadores en el ámbito emocional y social? ¡Cuéntanoslos!

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