La clave es cuidarse más uno mismoGarantizar una buena salud tanto física como psicológica del cuidador es garantizar una buena atención para...
Desgaste emocional en el cuidado
En un artículo anterior hablamos del síndrome del cuidador. Una de las características principales del síndrome del cuidador es que cursa con desgaste emocional. El agotamiento emocional aparece cuando sentimos que no tenemos los recursos personales suficientes para gestionar lo que nos está pasando y por lo tanto nos sentimos desbordados. El cansancio emocional va más allá del estrés y se da en personas que están expuestas a situaciones con un alto impacto emocional como ocurre en el cuidado.
Escuchar nuestras emociones y saber gestionarlas es una herramienta muy valiosa que puede ayudarnos a sentirnos más felices, mas plenos y más fuertes. Especialmente en el mundo del cuidado, es un aspecto que tenemos que aprender a gestionar, puesto que cuando cuidamos podemos llegar a sentir emociones contrapuestas, desde:
- Alegría porque nos estamos ocupando de alguien a quien queremos.
- Tristeza porque le decimos adiós a nuestro tiempo libre y al rol que tenía en nuestra vida la persona de la que cuidamos.
- Miedo, ya que no podemos saber cómo puede evolucionar la situación de salud de la persona de la que nos ocupamos.
- Culpa porque a veces pensamos que no hacemos las cosas de manera correcta.
- Frustración puesto que a veces la situación se nos escapa de las manos.
Y podríamos seguir detallando emociones, pero lo interesante no es que nosotros detallemos las emociones, lo interesante es que tú, en calidad de cuidador, te des el permiso de sentir lo que estás sintiendo. Las emociones en sí mismas no son ni buenas ni malas, ni positivas ni negativas, solo son respuestas a estímulos que nos están permitiendo adaptarnos, por lo que nunca vamos a censurar o a negar una emoción, le daremos la bienvenida y la validaremos.
Lo que podría ser censurable es la gestión (correcta o incorrecta, adaptada o inadaptada) que estamos haciendo de las emociones, y aquí reside la diferencia de saber o no gestionar nuestro mundo emocional y no es fácil hacerlo, ya que socialmente nos han dicho muchas veces que no estuviéramos tristes, que no nos enfadáramos, cuando realmente lo que nos querían decir es que la herramienta que estábamos utilizando para gestionar la tristeza o el enfado no era la correcta. Ahora que ya sabemos esto, podemos elegir dar un espacio a nuestras emociones, eso nos va a hacer sentir más libres y más ligeros.
En un artículo anterior te hablábamos de las emociones típicas del cuidado, léelo y así te darás cuenta de que todo eso que sientes es perfectamente normal, solo tienes que permitirte sentirlo. ¿Lo harás?
TÚ ERES #IMPRESCINDIBLE
¡Tu respuesta es muy útil para nosotros!