La estancia prolongada en la cama puede llegar a ser un motivo de angustia tanto para el cuidador como para la persona que se encuentra inmersa en...
Higiene y cuidados: cómo lavar a una persona con movilidad reducida
Lavar a una persona mayor dependiente puede ser muy complicado si no se sabe cómo hacerlo, sobre todo si la persona se niega a recibir ayuda.
Higiene de la persona mayor
Quien cuida de una persona dependiente sabe lo difícil que puede ser convencerla de que se lave, especialmente si padece Alzheimer u otro tipo de demencia.
El momento de la higiene personal puede convertirse en una verdadera batalla, en la que la persona mayor acabará volviéndose agresiva.
Las razones que llevan a rechazar estos cuidados pueden ser muchas y suponen un gran desafío para el cuidador. Esto es aún más complicado si quien se encarga de la atención es un familiar sin experiencia previa, lo que es cada vez más común.
Cómo lavar a una persona mayor
Muchas personas mayores no tienen una buena relación con la higiene personal. El momento del aseo suele representar una fuente de estrés, especialmente si ya no son autosuficientes. Factores como la vergüenza o el esfuerzo físico juegan un papel importante.
Incluso si el cuidador es un familiar, la persona mayor puede sentir vergüenza y sentirse invadida en su intimidad.
En casos de Alzheimer u otras formas de demencia, también pueden surgir problemas de desorientación: la persona puede no reconocer su entorno o incluso a sus seres queridos. Esto puede aumentar la sensación de vergüenza y la percepción de que se vulnera su intimidad.
¿Cómo convencer a una persona mayor de que se lave?
Sin duda, armándose de paciencia y respeto. Ser paciente significa no apresurar al asistido y concederle su tiempo; por este motivo, siempre es mejor programar el momento de la higiene en una franja horaria en la que se disponga de más tiempo.
Para reducir la vergüenza es ideal permitir que la persona realice el aseo por sí misma, siempre que tenga un cierto grado de autonomía. Una estrategia útil puede ser mantenerse cerca, por ejemplo, del otro lado de una puerta entreabierta, y preguntar de vez en cuando si necesita algo.
¿Cómo lavar a una persona mayor no autosuficiente?
Higiene sin enjuague
Cuando la persona mayor no es autosuficiente, es necesario encargarse por completo del aseo, y en muchos casos, es mejor realizarlo en la cama en lugar de en el baño.
Si no colabora, pero aún es capaz de levantarse y caminar, es posible lavar a una persona dependiente simplemente colocando una silla en la ducha y haciéndola sentar dentro.
Cuando no puede caminar, una excelente solución es recurrir a la técnica de higiene sin enjuague.
Este método utiliza productos específicos No Rinse, que permiten asear a una persona encamada de forma rápida, segura y con menor estrés tanto para el paciente como para el cuidador.
Está científicamente validado y contribuye a prevenir irritaciones en la piel, infecciones por hongos y la aparición de úlceras por presión.
La marca Lindor pone a tu alcance productos pensados para cuidar la higiene diaria de personas encamadas, con comodidad y seguridad.
Lindor Espuma de limpieza
La espuma de limpieza Lindor es una solución práctica y delicada para la higiene diaria, especialmente en situaciones donde el aclarado no es posible. Su fórmula suave respeta el pH natural de la piel, ayudando a eliminar restos de orina o sudor sin agredir ni resecar. Proporciona una limpieza efectiva y una agradable sensación de frescor, ideal para pieles sensibles o irritadas.
Lindor Toallitas higiénicas
Diseñadas para cuidar con suavidad, las toallitas higiénicas Lindor no contienen alcohol y están enriquecidas con ingredientes nutritivos. Son perfectas para limpiar las zonas íntimas de forma respetuosa, incluso en pieles frágiles o con tendencia a la irritación. Su textura es agradable y su efecto hidratante contribuye a mantener la piel limpia, suave y protegida en todo momento.
Lindor Manoplas de higiene
Las manoplas de higiene Lindor permiten realizar una limpieza completa y cómoda, sin necesidad de aclarado ni fricción. Están especialmente indicadas para personas encamadas o con movilidad reducida, ya que permiten acceder fácilmente a todas las zonas del cuerpo sin dañar la piel. Su material suave, combinado con una fórmula respetuosa, las convierte en una opción segura y eficaz para la higiene diaria.
Cuidar con respeto también es higiene
Acompañar a una persona con movilidad reducida en su higiene diaria no siempre es fácil, pero con respeto, empatía y las herramientas adecuadas, este momento puede transformarse en una experiencia más llevadera y digna para ambos. Contar con productos diseñados específicamente para estas necesidades no solo facilita el cuidado, sino que también protege la piel frágil y mejora la calidad de vida de quien se encuentra en situación de dependencia.
Recuerda: cada pequeño gesto de atención y delicadeza marca la diferencia.
TÚ ERES #IMPRESCINDIBLE