Depresión en ancianos: síntomas y tratamiento

En este artículo hablaremos del envejecimiento y de cómo este puede dar lugar a sufrir enfermedades psicológicas como cuadros depresivos. Además, te enseñaremos a identificar esta enfermedad y a cómo cuidar a un anciano con depresión.

La tercera edad es un grupo de riesgo susceptible de padecer enfermedades, como por ejemplo enfermedades musculo-esqueléticas (artrosis, artritis, osteoporosis), neurológicas (alzheimer, demencia senil), o enfermedades endocrinas, como la diabetes.

Y es que el envejecimiento conlleva una serie de transformaciones biológicas, mentales, físicas y psicológicas que provocan estas enfermedades, pero también una disminución de la capacidad de adaptación al entorno, lo que hace que la persona que envejece se sienta más vulnerable y frágil.

Este sentimiento de vulnerabilidad y fragilidadhace que la depresión sea una de las enfermedades mentales más frecuentes en ancianos. De hecho, según datos de la OMS sobre salud mental, el 25% del colectivo geriátrico presenta algún tipo de trastorno psiquiátrico, entre los que destaca la depresión.

¿Cómo puedo saber si una persona mayor sufre depresión?

El problema comienza cuando nuestros mayores no envejecen de manera adaptada y, además, empiezan a tener síntomas de alteraciones psicológicas, como pueden ser: miedo a un futuro incierto, a ponerse enfermos, a volverse dependientes

También es posible que comiencen a hacerse preguntas tipo: ¿Qué sería de mí si me ocurriera esto o aquello? ¿Sería una carga para mis hijos y familiares? Y entonces automáticamente podrían comenzar a sentirse desesperanzados, abatidos y angustiados.

Esto podría servirnos de alarma, ya que es aquí donde puede estar empezando a germinarse un cuadro depresivo o de ansiedad.

Síntomas de la depresión en ancianos

Normalmente ellos no verbalizarán estos pensamientos ni nos harán partícipes de sus sentimientos, por lo que conviene que estemos atentos a ciertos indicadores que podrían alertarnos de que nuestros mayores están comenzando un cuadro depresivo o de ansiedad.

Algunos de estos indicadores o síntomas que pueden hacernos sospechar que nuestros mayores tienen algún tipo de alteración psicológica son estos:

  • Pérdida de interés en actividades que antes le gustaban.

  • Sentimiento de estar insatisfecho/a con la vida que tiene y momentos de ira en el anciano.

  • Falta de energía.

  • Tendencia al aislamiento.

  • Preocupación sobre problemas de salud.

  • Dificultad para concentrarse.

  • Indecisión.

  • Cambios en el patrón de alimentación.

  • Alteraciones en el sueño y en los periodos de descanso.

Una vez que hayamos identificado alguno de estos síntomas, un médico deberá ser quien le diagnostique.

Causas más comunes de la depresión en ancianos

Tal y como ya hemos comentado arriba, el origen de la mayor parte de cuadros depresivos en ancianos proceden de la propia inadaptación al envejecimiento y su consecuente sensación de fragilidad y vulnerabilidad; pero existen otras causas que pueden originar la depresión, como por ejemplo:

  • Una mudanza, por ejemplo a una residencia o centro para la tercera edad.

  • Dolor/sufrimiento crónico.

  • Fallecimiento del cónyuge o de un familiar cercano.

  • Hijos que abandonan el hogar.

  • Pérdida de la independencia.

  • Otros padecimientos físicos.

¿Cómo puedo tratar a un familiar con depresión?

Si sospechas que tu ser querido anciano puede tener alguna alteración psicológica, es importante que no intentes solucionarlo con automedicación, sino que acudas a su médico con él y te dejes asesorar, ya que una depresión no es un cuadro de abatimiento pasajero, sino que es algo más serio que no remitirá por sí mismo.

El tratamiento de estas patologías dependerá del criterio médico, y pueden variar desde farmacología, psicoterapia, etcétera.

Consejos para cuidar a una persona mayor con depresión

Y si en este punto te estás preguntando qué puedes hacer tú como cuidador/a y cómo puedes ayudar a tu ser querido con depresión, aquí te dejamos algunos consejos y recomendaciones:

  • Quererle, respetarle y escucharle mucho; eso siempre ayuda.

  • Tómate tu tiempo para estar con él/ella.

  • Pregúntale cómo se siente, si se está triste o si tiene algún miedo o preocupación.

  • Intenta entenderle, empatiza con él/ella, hazle sentir arropado/a y acompañado/a.

  • Trata de averiguar por qué ha podido surgir la depresión.

  • Muéstrate abierto/a y dispuesto/a a ayudarle.

  • Valora la opción de ayuda psicológica profesional.

  • No descuides su alimentación.

  • Comparte actividades de ocio con él/ella, como pasear, jugar a las cartas, ir al cine…

  • Haz que realice ejercicio físico de manera habitual, en la medida que le sea posible.

Errores más comunes al tratar con la depresión en ancianos

Cuidar de una persona mayor con depresión no es una tarea fácil, y eso puede llevarnos a cometer algunos errores a la hora de tratar con ellos.

Los errores más frecuentes que debemos intentar evitar son:

  • Incomprensión y falta de empatía; no sentirse comprendidos puede hacer que la persona con depresión se sienta aún más triste.

  • Irritabilidad; tratarlos con enfado, ira o irritabilidad puede hacer que la persona a la que cuidamos no se sienta lo suficientemente arropada como para compartir con nosotros sus miedos y dudas.

  • Presión; por otro lado, si les presionamos para que nos cuenten lo que están pensando o cómo se sienten, puede tener el efecto contrario y que no se abran a la hora de mostrarnos sus sentimientos.

  • Sobreprotección; pero si los sobreprotegemos, en cierta manera estaremos colaborando con que se sigan sintiendo frágiles, débiles y vulnerables, algo que como ya hemos visto es la principal causa de la depresión en ancianos.

  • Aislamiento; aunque en muchas ocasiones las personas con depresión tratarán de aislarse, no debemos dejar que esto ocurra, ya que sentirse acompañados es una de las cosas que más pueden ayudarles en esta situación, aunque no sean conscientes de ello.

Desde el Rincón del Cuidador® te animamos a que establezcas una comunicación sana, natural y sin miedo con la persona a la que cuidas, ya que esa será la mejor vía y la más rápida para detectar si nuestro ser querido dependiente puede estar sufriendo un cuadro depresivo.

Y, como siempre, te animamos a compartir tu experiencia con nosotros y con el resto de la comunidad de cuidadores.


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