La próstata es una parte fundamental del aparato genital masculino que con el tiempo puede agrandarse y dar lugar a problemas, entre ellos...
Productos de higiene para demencia, pérdidas o encamados
Cuando os “convertís” en cuidadores no profesionales, lo hacéis siempre con la mejor de las intenciones, pero es muy probable que desconozcáis las necesidades de una persona dependiente y, en consecuencia, necesitemos de recabar información útil.
En parte, estas necesidades se van aprendiendo sobre la marcha del cuidado y que a base de buscar y preguntar información vamos mejorando nuestro conocimiento. Uno de esos factores determinantes que hay que tener en cuenta en relación con el cuidado de la persona que está a nuestro cargo es la higiene de la piel.
Desde el Rincón del Cuidador, conocemos bien las diferentes etapas del proceso de cuidado de una persona dependiente, así como la higiene correspondiente y apropiada para cada etapa.
Sabemos que una de las tareas que más preocupa a los cuidadores es cómo ayudar en las necesidades del aseo, del baño de personas con dificultades de movilidad, de quienes están encamados, que sufren incontinenciao los preparativos que se requieren para aquellos con demencia senil.
En este cuidado del aseo personal, además, la persona dependiente pierde parcial o totalmente su intimidad y del mismo modo, como cuidadores sentimos incomodidad por ser conscientes que estamos irrumpiendo un momento íntimo de esa persona.
Higiene para personas dependientes
Muchas enfermedades obligan a las personas dependientes a utilizar ciertos productos como absorbentes para mantener un nivel mínimo de limpieza e higiene. Estos productos facilitan en parte la labor del cuidador, pero no solo hay que preocuparse de la incontinencia, si no de los problemas adyacentes que surgen a lo largo del tiempo a causa de ella, como es el caso de la necesidad en la limpieza e higiene de la piel.
Una persona dependiente, según su grado de dependencia, puede mantener la rutina de higiene diaria, como pueda ser ducharse por si sola, pero cuando la movilidad es reducida y necesita ayuda de un cuidador, es muy probable que esa higiene diaria ya no tenga lugar cada día.
Llegados a este punto, hay que reaprender ciertos hábitos y creencias a las que estamos acostumbrados, como, por ejemplo:
- Sin agua y jabón también hay higiene.
- La piel de nuestros mayores, por sus condiciones fisiológicas, es más frágil, seca y débil.
- El agua y el jabón alteran el equilibrio natural de la piel.
- Es conveniente no eliminar aquellas sustancias de la piel que le dan la flexibilidad necesaria porque entonces debilitamos la función de barrera que tiene la piel en nuestro cuerpo.
Para evitar esos inconvenientes, debemos saber que la higiene diaria se puede realizar también con productos que no necesiten de aclarado, como las manoplas higiénicas, las toallitas húmedas o las espumas limpiadoras.
Estos limpiadores que no necesitan aclarado ayudan a:
- Mantener el equilibrio de la piel para que esté hidratada.
- Mantienen la flexibilidad de la piel.
- Su composición hace que nutran e hidraten la piel a la vez que la limpian.
- Ayudan a la regeneración celular de la piel.
Desde el Rincón del Cuidador esperamos que estos consejos os ayuden al día a día a cuidar de la higiene y la piel de la persona que tenéis a vuestro cargo.
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