Fractura del fémur en los ancianos: Causas y consecuencias

Los ancianos son los más afectados por las fracturas de cadera, sobre todo las mujeres, debido a la osteoporosis. Cómo tratarlas de inmediato para evitar graves consecuencias?

Si uno de tus padres ancianos ha sufrido una fractura de fémur, debes saber que puede tener graves consecuencias, ya que la rotura de este importante hueso limita la movilidad y puede provocar el síndrome de luxación.

La fractura de fémur en ancianos es un hecho muy frecuente en mayores de 65 años y se debe principalmente a traumatismos y caídas accidentales.

Consecuencias de las fracturas de fémur

Una de las consecuencias más graves de la fractura de fémur, puede ser la muerte.

La tasa de letalidad oscila entre el 20% y el 40%.

Según las estadísticas:

• 2 de cada 10 ancianos que han sufrido este traumatismo ya no son capaces de caminar sin ayuda al cabo de un año aproximadamente.
• Sólo 4 de cada 10 ancianos vuelven a caminar como antes sin el uso de andadores.

Causas y complicaciones de la fractura de fémur

A partir de los 65 años, la densidad de los huesos cambia, y esto ocurre no sólo en las mujeres, sino también en los hombres.

El fémur es el hueso más largo de nuestro cuerpo y también el más fuerte, pero a medida que envejecemos, su compacidad disminuye, sobre todo en la parte más alta, la cercana a la cadera, el hueso pierde su fuerza y puede romperse con facilidad.

La fractura de fémur puede ser de dos tipos:

• Compuesta, cuando el hueso se divide en dos partes que permanecen alineadas.
• Fractura del fémur.
• Compuesto, cuando las partes se desvían de la alineación inicial, en cuyo caso la cirugía para volver a colocar el hueso en su sitio será más complicada.

Las fracturas por caída del fémur son las más frecuentes; la cirugía debe ser inmediata, dentro de las 48 horas siguientes a la fractura, para evitar que surjan complicaciones.

Las consecuencias de las fracturas de fémurmás graves son:

• Artrosis
• Infecciones
• Daños en los nervios
• Hormigueo en las extremidades

Tras unafractura de fémur también es posible experimentar compresión de nervios, vasos sanguíneos y músculos. Esta afección, en el peor de los casos, conduce a la pérdida de la extremidad, debido al escaso aporte de sangre oxigenada a los tejidos musculares.

Curación de las fracturas de fémur

Para su progenitor anciano que ha sufrido una fractura de fémur recuperar el movimiento debe considerarse una prioridad.

Para su progenitor anciano que ha sufrido una fractura de fémur recuperar el movimiento debe considerarse una prioridad.

La inmovilidad prolongada puede conducir al síndrome de reposo en cama y a la formación de lesiones por presión.

Debido al periodo de inmovilidad, puede ser necesario el uso de una ropa de cama para ancianos para ayudar al progenitor anciano que no puede llegar al baño, lo que evitará mayores complicaciones derivadas del reposo en cama.

Una consecuencia más es la disminución de la autonomía del paciente, con graves repercusiones no sólo a nivel físico, sino también psicológico.

La cirugía es la vía de elección en los casos de fracturas de fémur, que en mayores de 65 años se trata con una prótesis.

Este tipo de cirugía tiene un curso rápido que permite al paciente volver a caminar con rapidez.

Desgraciadamente, no todos los pacientes pueden someterse a una operación de este tipo, debido a los graves desequilibrios físicos que puede acarrear la cirugía.

Riesgos de la cirugía de fractura de fémur

Este tipo de cirugía está de hecho ligada a posibles riesgos que son:

• Infecciones
• Trombosis venosa profunda
• Úlceras por presión

El especialista en cirugía ortopédica tendrá que valorar si el riesgo de la operación será menor que los beneficios de la cirugía.

La estancia hospitalaria dura de 3 a 5 días y depende de la persona, en 48 horas, si el estado físico lo permite, se coloca al paciente en posición sentada y luego se rehabilita progresivamente con fisioterapia.

Su padre anciano que ha sufrido una fractura de cadera es frágil no sólo físicamente, sino también mentalmente. Siente que ya no es autosuficiente y cree que se está convirtiendo en una carga para los miembros de su familia, todo lo cual puede conducirle a un síndrome depresivo.

La tarea de los médicos, y la de los familiares, es apoyarle durante la rehabilitación y ayudarle a recuperar la independencia.