Humor constructivo y calidad de vida

Tomarse un café con Maribel Riezu y Arthur Verburg y no esbozar una sonrisa es casi imposible. Esta enfermera, trabajadora social y autora del libro “Del ojo clínico a la mirada humana. Humor constructivo y…

Tomarse un café con Maribel Riezu y Arthur Verburg y no esbozar una sonrisa es casi imposible. Esta enfermera, trabajadora social y autora del libro Del ojo clínico a la mirada humana. Humor constructivo y calidad de vida, junto a su compañero de sonrisas, ingeniero agrónomo y educador social, forman Vida y Risa. Son autores del programa HRS (desarrollo del Sentido del Humor, Risa Activa y Gestión de la Sonrisa) y llevan más de 15 años arrancando sonrisas a colectivos tan diversos como el sanitario, la educación, directores de empresas, cuidadores y personas con dependencia.

R.C. ¿En qué nos ayuda el humor?

Hacemos humor de las cosas, no porque sea divertido en sí mismo, sino porque eso nos da distancia para el análisis. A nosotros nos gusta utilizar el humor como vehículo que cataliza el cambio hacia otra actitud ante la vida, y como instrumento que nos permite crecer personalmente focalizándonos en el “para qué” y no en el “por qué”.

R.C.Explicadnos eso de “para qué” y “por qué”.

Cuando nos pasa algo que resulta desagradable solemos enfocarnos en preguntarnos ¿Por qué me pasa a mí? Cuando lo que nos da resiliencia y nos hace seguir hacia delante es preguntarnos ¿Para qué me ha pasado esto a mí? ¿Qué puedo aprender de esto? ¿Qué puedo hacer con ello?

R.C.Contadnos como ayudáis a cuidadores, personas dependientes y personal sanitario a sacar el humor.

A los cuidadores y al personal sanitario les enseñamos que sacar el humor del paciente o de la persona con dependencia es más importante que sacar el suyo propio. No se trata de ser graciosos, sino de saber tener humor terapéutico; es decir, facilitar que el paciente tome su situación con humoión. Y les enseñamos técnicas para hacer esto, a veces basta sólo con un cambio de actitud por parte del cuidador. Podemos proporcionar al enfermo o a la persona dependiente una nariz de payaso, por ejemplo, o una boca de goma y que nos cuenten lo que les pasa a través de estos elementos. Cambia la manera de contarlo, de vivirlo y de pensarlo y cambia la actitud de la persona.

R.C.En estos quince años, ¿qué relación habéis encontrado entre el humor y la salud?

Ejercitar el humor constructivo nos ayuda a re-contextualizar situaciones. Gestionar la ansiedad, impulsa la adaptación positiva al cambio, ayuda a tomar control sobre determinadas situaciones y es una muy buena herramienta para afronta técnicas médicas. Por ejemplo, estados emocionales confusos, fallos de las funciones corporales y momentos oscuros y difíciles.

R.C.Solemos utilizar de manera indistinta risa, sonrisa y humor, ¿son lo mismo?

No son lo mismo.

La risa aparece cuando algo nos hace gracia, tiene un cierto componente mental y fisiológicamente segregamos endorfinas. Es importante reírse porque ayuda a descargar tensiones y rompe barreras, por ejemplo con una persona con la que hemos reído mucho es difícil llegar a enfadarse. Pero tiene una duración limitada, ya que ese estado de bienestar que nos provoca es pasajero.

El humor lleva incorporado un factor de inteligencia e ingenio más elevado que la risa, es más mental y menos fisiológico que la risa. Tiene mucho que ver con la gestión emocional, es una actitud ante la vida, y conlleva otros elementos como optimismo o fluidez emocional.

Y la sonrisa es el primer contacto con la risa y el humor. Se podría decir que es el nivel más básico: por mal que lo estemos pasando uno siempre es capaz de esbozar una sonrisa.

R.C.¿Qué consejos le daríais a alguien que se ocupa de cuidar a una persona dependiente en el domicilio?

Que se levante con música que le guste, que haga de ello un hábito, pero no una rutina.

Que se ponga cerca de la cama un cartel que le guste o una foto que le guste, o que se pinte una sonrisa en el espejo del baño, con un lápiz de labios por ejemplo.

Mirarse al espejo y sonreír.

Qué provoque reírse, hay técnicas para ello. Por ejemplo, poniendo caras cerradas y abiertas; esto es imaginar que hay un punto en el medio de la cara y tenemos que unir todo (boca, nariz, ojo en ese punto) y luego dispersar al máximo el punto. Esto estimula parte de los músculos de la cara que son los responsables de la risa.
¿Qué te ha parecido la entrevista? El Rincón del Cuidador® ha tenido la suerte de hacer un taller con estos dos magos de la risa, la sonrisa y el humor y podemos corroborar que todas estas cosas te aumentan el buen humor, así que ¿tienes ya la canción, la foto o el lápiz de labios preparado para mañana por la mañana? Sonríe, no cuesta nada y te sentará bien.

Marcar como artículo favorito

Desmarcar como artículo favorito

Artículos relacionados

TÚ ERES #IMPRESCINDIBLE

Si cuidas de alguien dependiente eres imprescindible y formas parte de una comunidad de personas que merecen todo el apoyo del mundo. Entra, queremos conocerte y que descubras todo lo que podemos hacer juntos.