¿Qué hacer en caso de dolor hepático?

El dolor de hígado es un trastorno muy común que no debe subestimarse. ¿Sabe cómo reconocer los síntomas y cuándo debe acudir a su médico?

Cuando un órgano tan importante como el hígado se hace notar, hay que escuchar sus señales y no ignorarlas.

¿Cuántas veces te has quejado de un dolor de vientre, masajeando la parte superior del abdomen?

Expresión utilizada a menudo de forma general para referirse a diversas formas dolorosas que implican no sólo al hígado, sino a todo el sistema hepatobiliar.

Causas del dolor hepático

El hígado realiza diferentes funciones, a menudo muy complejas, por lo que los trastornos hepáticos pueden surgir por muchas causas, siendo las más comunes:

  • Colecistitis, o inflamación de la vesícula biliar.
  • Esteatosis hepática, comúnmente denominada "hígado graso"
  • Síndrome del intestino irritable.
  • Gastritis.
  • Duodenitis.
  • Úlcera pirenaica.
  • Hepatitis.
  • Intoxicación alimentaria.
  • Estrés.

La esteatosis hepática y la intoxicación alimentaria provocan muy a menudo espasmos abdominales que se irradian al estómago y a los intestinos.

Cuando el dolor es agudo, y se origina en el lado derecho, puede tratarse de cálculos biliares, que pueden dañar no sólo la vesícula sino también los conductos biliares. En el caso de la hepatitis aguda, además del dolor debido a la inflamación, aparecen síntomas como la ictericia y los vómitos.

Problemas hepáticos

El estrés crónico es el principal culpable de problemas hepáticos.

La ansiedad y la depresión se asocian con mucha frecuencia a problemas hepáticos graves.

Cuando estás emocionalmente tenso, tu cuerpo produce altas cantidades de hormonas del estrés, entre ellas el cortisol.

Las concentraciones excesivas de esta hormona pueden tener efectos negativos en las células del hígado y provocar el brote de ciertas enfermedades.

Algunos síntomas son más fáciles de reconocer, otros son demasiado generales y sólo el médico puede interpretarlos:

  • Piel y ojos amarillos, esta afección se conoce como ictericia, común en lactantes pero menos frecuente en adultos.
  • Piel oscura.
  • Piel con picor.
  • Currencia de hematomas no debidos a traumatismos en brazos y piernas.
  • Fatiga crónica.
  • Pérdida de peso corporal.
  • Fiebre alta.
  • Heces ligeras con tendencia al color amarillo.
  • Náuseas.
  • Dolor abdominal.

Con el autotest Veroval puedes averiguar si algunos de estos síntomas pueden estar relacionados con trastornos hepáticos o intestinales.

Remedios para el dolor de hígado

Un estilo de vida agitado y una dieta poco saludable pueden agravar los trastornos hepáticos.

Los trastornos hepáticos.

Para ayudar a tu hígado a mejorar, necesitas mejorar o corregir tu estilo de vida.

Por tanto, es importante:

  1. seguir una dieta sana y equilibrada
  2. mantener un peso saludable
  3. practicar actividad física no intensiva, como caminar, durante al menos 30 minutos al día

Los cuidados hepáticos pasan por la ingesta de alimentos específicos que, gracias a sus propiedades naturales, tienen el poder de desintoxicar el hígado y cuidar tu organismo:

    • Té verde.
    • Ajo.
    • Pescado, en particular los ricos en omega-3 como el salmón.
    • Frutas antioxidantes como la sandía, papaya, aguacate, arándanos, fresas, etc.
    • Verduras amargas como la achicoria, la rúcula, el brócoli, etc.

El hígado es el órgano más grande de nuestro cuerpo y su papel es crucial. Intenta mantenerlo sano con nuestros consejos.

Y recuerda, si tienes síntomas, no los subestimes y acude a tu médico para que determine si están causados por una enfermedad concreta y si necesitas tratamiento.

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