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Que es la artritis séptica y cómo tratarla de forma efectiva
La artritis séptica es una infección grave que afecta a una o varias articulaciones del cuerpo. Se produce cuando microorganismos —generalmente bacterias— invaden el espacio articular, provocando una inflamación intensa que puede dañar el cartílago y el hueso. Esto causa dolor, hinchazón y dificultad para mover la articulación.
Aunque puede aparecer a cualquier edad, las personas con problemas articulares previos, prótesis, lesiones recientes o sistemas inmunitarios debilitados son más propensas a desarrollarla.
En este artículo conocerás qué es la artritis séptica, cómo se origina, cuáles son sus síntomas más frecuentes y qué tratamientos existen para abordarla de forma eficaz y evitar secuelas.
¿Qué es la artritis séptica?
La artritis séptica o artritis infecciosa es una inflamación dolorosa causada por una infección bacteriana, viral o fúngica dentro de una articulación. Los gérmenes pueden llegar a la zona afectada a través del torrente sanguíneo —procedentes de una infección en otra parte del cuerpo— o bien por una lesión directa, como una mordedura, corte o intervención quirúrgica.
Cuando los microorganismos alcanzan el interior de la articulación, provocan una respuesta inflamatoria intensa que puede destruir rápidamente el cartílago articular y, en casos graves, afectar también al hueso.
Las articulaciones más afectadas suelen ser la rodilla, la cadera, el hombro y el codo, aunque puede presentarse en cualquier zona. Las personas con enfermedades como diabetes, artritis reumatoide o tratamientos inmunosupresores presentan un riesgo más elevado.
Artritis séptica aguda
La forma aguda es la más frecuente y puede aparecer incluso en personas previamente sanas. Se caracteriza por un inicio súbito y doloroso, con un deterioro rápido del cartílago, a veces en cuestión de horas o pocos días.
Esta rapidez es lo que la hace potencialmente peligrosa: sin tratamiento inmediato, la articulación puede sufrir daños irreversibles. En algunos casos, la infección se desencadena como una reacción secundaria a infecciones en otros órganos, como el aparato digestivo o el genitourinario, lo que se conoce como artritis reactiva.
Artritis séptica crónica
La artritis séptica crónica es menos común y suele evolucionar de manera lenta y progresiva. Afecta principalmente a personas con enfermedades debilitantes o sistemas inmunitarios comprometidos, y puede involucrar una o varias articulaciones a la vez.
Algunas bacterias responsables de infecciones crónicas, como Mycobacterium tuberculosis (tuberculosis) o Brucella, pueden causar este tipo de artritis. Aunque su evolución es más lenta, también puede generar daño articular permanente si no se trata a tiempo.
Artritis séptica en la rodilla
La rodilla es la articulación más afectada por la artritis séptica en adultos. Los síntomas suelen incluir dolor intenso, hinchazón visible, calor local y pérdida de movilidad. En ocasiones, la persona no puede apoyar la pierna o doblar la rodilla debido al dolor.
Es importante acudir al médico ante cualquiera de estos signos, incluso si no hay fiebre, ya que no siempre está presente. Un empeoramiento repentino de la movilidad o la aparición de un derrame articular nuevo pueden ser signos de infección.
El diagnóstico se confirma mediante el análisis del líquido sinovial, obtenido mediante una punción en la rodilla. Este estudio permite identificar el microorganismo causante y definir el tratamiento adecuado. Retrasar la atención puede provocar un daño articular irreversible.
Características del líquido sinovial en la artritis séptica
Cuando la rodilla o cualquier otra articulación se infecta, el líquido sinovial —normalmente claro y fluido— sufre cambios notables.
Algunas características típicas son:
- Apariencia turbia o amarillenta: el líquido pierde su transparencia habitual.
- Mayor densidad y viscosidad: debido a la acumulación de células inflamatorias.
- Alta concentración de glóbulos blancos, especialmente neutrófilos, que combaten la infección.
- Disminución de glucosa y aumento de proteínas, reflejando la intensa actividad inflamatoria.
Estos resultados confirman el proceso infeccioso y orientan al profesional médico hacia el tratamiento más efectivo.
Causas de la artritis séptica
La artritis séptica ocurre cuando una infección llega a una articulación, provocando inflamación, dolor e hinchazón. Conocer sus causas permite comprender por qué algunas personas son más vulnerables y la importancia de un diagnóstico precoz.
Principales causas:
- Infecciones bacterianas, virales o fúngicas: las bacterias —como Staphylococcus aureus— son las responsables en la mayoría de los casos, aunque también pueden intervenir virus u hongos.
- Propagación por el torrente sanguíneo: gérmenes procedentes de otras zonas del cuerpo (piel, garganta, pulmones, vías urinarias) viajan por la sangre y llegan a la articulación.
- Introducción directa: heridas abiertas, cortes profundos o procedimientos médicos (inyecciones, cirugías) pueden permitir la entrada de microorganismos.
Factores de riesgo
Existen varios factores que aumentan la probabilidad de desarrollar artritis séptica. La combinación de varios incrementa el riesgo:
- Problemas articulares previos: enfermedades como artrosis, artritis reumatoide, gota o lupus facilitan la infección. También una cirugía o lesión previa puede ser un punto de entrada.
- Articulación artificial: las prótesis de rodilla o cadera pueden infectarse si los gérmenes llegan desde otra parte del cuerpo.
- Tratamiento con fármacos inmunosupresores: los medicamentos para la artritis reumatoide o el trasplante reducen las defensas, dificultando combatir la infección.
- Fragilidad de la piel: afecciones como psoriasis, eccema o heridas mal cicatrizadas permiten la entrada de bacterias.
- Sistema inmunitario debilitado: diabetes, enfermedades renales, hepáticas o ciertos tratamientos médicos aumentan el riesgo.
- Traumatismos articulares: mordeduras, cortes o heridas penetrantes pueden introducir microorganismos directamente en la articulación.
Síntomas de la artritis séptica
La artritis séptica suele manifestarse con dolor articular intenso y malestar general. Es una urgencia médica, ya que puede destruir el cartílago rápidamente si no se trata.
Los síntomas más frecuentes son:
- Dolor intenso y localizado: empeora con el movimiento o al apoyar la articulación.
- Limitación del movimiento: dificultad o imposibilidad para mover la zona afectada.
- Inflamación, calor y enrojecimiento: la articulación se ve inflamada, caliente y con la piel de color rojizo.
- Fiebre y escalofríos: aunque no siempre aparecen, son signos comunes de infección.
- Malestar general: sensación de cansancio o debilidad.
Diagnóstico de la artritis séptica
El diagnóstico debe realizarse de forma urgente, ya que el retraso puede causar daño articular permanente.
Las principales pruebas diagnósticas son:
- Análisis del líquido articular: se extrae mediante punción y se analiza para identificar el microorganismo responsable.
- Análisis de sangre: detectan si la infección se ha extendido al torrente sanguíneo.
- Pruebas por imágenes: radiografías, ecografías o resonancias ayudan a evaluar el daño o la presencia de una prótesis afectada.
Tratamiento de la artritis séptica
El tratamiento busca eliminar la infección y preservar la función articular. Suele combinar drenaje del líquido infectado y antibióticos específicos.
Drenaje de la articulación
El primer paso es extraer el líquido sinovial infectado, lo que reduce la presión y mejora la respuesta al tratamiento.
Los métodos más utilizados son:
- Drenaje por aguja: se introduce una aguja estéril para extraer el líquido.
- Procedimiento por artroscopia: se limpia la articulación con un endoscopio.
- Cirugía abierta: se emplea en articulaciones grandes o de difícil acceso, como la cadera.
Antibióticos
El tratamiento antibiótico debe iniciarse cuanto antes. Los médicos eligen el fármaco en función del tipo de bacteria, la edad y la salud general del paciente.
En la mayoría de los casos, los antibióticos se administran por vía intravenosa durante las primeras semanas, y luego se continúan por vía oral.
El tratamiento suele durar entre 2 y 6 semanas.
Entre los posibles efectos secundarios se incluyen náuseas, vómitos o diarrea, y en algunos casos reacciones alérgicas leves.
Extracción de una articulación de reemplazo
Si la infección afecta a una prótesis articular, puede ser necesario retirarla temporalmente y colocar un espaciador con antibióticos.
Una vez controlada la infección, se implanta una nueva prótesis.
En casos donde no sea posible retirarla, se realiza un tratamiento prolongado con antibióticos y seguimiento médico estrecho.
Secuelas de artritis séptica
Si no se trata a tiempo, la artritis séptica puede dejar secuelas a largo plazo. Aunque muchas personas se recuperan completamente, es importante conocer las posibles consecuencias para actuar con rapidez y prevenir complicaciones.
Posibles secuelas a largo plazo
- Dolor crónico y limitación del movimiento: hasta un 50% de los pacientes puede experimentar molestias persistentes o pérdida de movilidad.
- Deformidades articulares: el daño al cartílago o al hueso puede alterar la forma de la articulación.
- Infección ósea (osteomielitis): si la infección se extiende, puede afectar al hueso, requiriendo tratamientos más prolongados.
Factores que aumentan el riesgo de secuelas
- Retraso en el tratamiento: cuanto más tarde se inicia la terapia, mayor es el riesgo de daño permanente.
- Edad avanzada y enfermedades previas: las personas mayores o con otras patologías tienen más probabilidades de complicaciones.
Prevención y seguimiento
Una buena prevención y el seguimiento adecuado son necesarios para reducir el riesgo de secuelas:
- Tratamiento temprano: iniciar los antibióticos lo antes posible mejora el pronóstico.
- Rehabilitación y fisioterapia: ayudan a recuperar la fuerza y movilidad tras la infección.
- Monitoreo médico continuo: realizar revisiones periódicas permite detectar complicaciones a tiempo.
Preguntas frecuentes
¿Se puede prevenir la artritis séptica?
En muchos casos sí. Tratar de inmediato cualquier infección o herida abierta y mantener una buena higiene son medidas básicas de prevención.
¿Qué especialista trata la artritis séptica?
El diagnóstico y tratamiento suelen estar a cargo de reumatólogos y traumatólogos, según el caso.
¿Puede volver a aparecer la artritis séptica después del tratamiento?
Sí, aunque es poco frecuente. Puede ocurrir si la infección no se elimina por completo o si existen factores de riesgo persistentes.
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