Política y fases de la gestión sanitaria

Desde hace algunas semanas en el Rincón del Cuidador estamos tratando más a fondo la incontinencia urinaria, patología que lejos de ser un asunto aislado,, afecta a más de seis millones y medio de españoles. …

Desde hace algunas semanas en el Rincón del Cuidador estamos tratando más a fondo la incontinencia urinaria, patología que lejos de ser un asunto aislado,, afecta a más de seis millones y medio de españoles.

Darle un enfoque global y proponerte soluciones es nuestro objetivo común en esta serie de artículos en el que es nuestra firme intención naturalizar esta patología, para ello nos estamos entrevistando con especialistas de la salud, como fue el caso de la enfermera especialista en urología Carmen y con otros especialistas que irás conociendo en las siguientes semanas. Hoy queremos contarte cuáles son las pautas generales que siguen las políticas sanitarias para paliar la incontinencia, de manera que puedas conocerlas y no te resulten ni extrañas, ni innecesarias.

Las 6 fases de la gestión sanitaria de la incontinencia urinaria

A la hora de mejorar la detección y el tratamiento de la incontinencia las políticas sanitarias establecen seis fases:

  • Adelantarse al diagnóstico e identificar los factores y los síntomas de riesgo. Acuérdate lector que algunos de ellos son la obesidad, la edad, los cambios hormonales, determinadas intervenciones quirúrgicas, etc, por lo que si sufres o has sufrido alguno de ellos, tu incontinencia es de entrada totalmente natural y plenamente tratable.
  • Diagnosticar los síntomas con la ayuda de informes y herramientas de valoración. Una vez tienes indicios de que puedas padecer incontinencia, el siguiente paso es diagnosticarla. El sentido de este proceso no es ni recalcar una dolencia, ni poner nombre a la patología, sino conocerla en profundidad y en consecuencia, tratarla. Recuerda que la gran mayoría de las incontinencias son tratables y reversibles, por lo que no debemos achacarlas únicamente a “cosas de la edad” y ponernos manos a la obra para tratarla.
  • Mostrar a pacientes y/o cuidadores métodos de prevención, la eliminación, la reducción o el control de la incontinencia. Una vez más debemos insistir en este asunto: la incontinencia es una patología normal, y como tal, debemos afrontarla y tratarla con la misma naturalidad con la que nos ponemos en manos expertas ante otra posible dolencia. Sigue por tanto los consejos y déjate recomendar por los especialistas que quieren ayudarte.
  • Planificar mediciones individuales y establecer objetivos para supervisar las mejoras y los mecanismos de adaptación para reparar los daños. Cada paciente es un caso único, con distintos hábitos, distintas rutinas… es por ello que se establecen planes de cuidados personalizados que se van adaptando según convenga, sin que ello tenga que afectar a tu vida cotidiana: todo lo contrario, se trabaja para que ésta no se tenga por qué ver afectada.
  • Ejecutar y administrar mejoras continuas en tratamientos médicos o multidisciplinares a través del médico o el fisioterapeuta. El objetivo es encontrar la medida higiénico-sanitaria que más convenga y se adapte a cada caso para que la incontinencia no suponga una limitación en ningún caso. Es por ello que muchas estructuras de salud disponen de equipos multidisciplinares que evalúan la incontinencia en todos sus aspectos y el cómo ésta afecta al bienestar diario de cada persona. No temas por tanto ni te avergüence si se tiene que dar el caso de que esta patología natural salga del entorno de tu médico de cabecera en dirección hacia otros profesionales, ya que otros especialistas te pueden ayudar, y mucho, en su prevención y superación.

Evaluar la eficacia de las medidas tomadas a través de la documentación.Gracias a que puedas conversar con naturalidad sobre la incontinencia con tu médico, éste puede elaborar un historial en el cual quede reflejado las prácticas y los tratamientos que mejor te funcionan, y en base a ello trabajar un tratamiento eficaz y que ofrezca resultados.En definitiva, lo más importante es que una mala concepción personal de la incontinencia no te frene a la hora de tratarla con naturalidad. Existen muchas propabilidades y tratamientos de éxito para, si no hacerla reversible, minimizar sus molestias, y tu médico las conoce según le puedas contar sobre tu caso. No dudes en acudir a tu médico con la mejor de las actitudes para acabar con este inconveniente natural y solicitar toda la ayuda que necesites.

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