Si te ocupas del cuidado de una persona encamada ya sabes lo importante que es saber prevenir la aparición de las úlceras por...
Úlceras por presión (decúbito). Consejos y tratamiento
Úlceras por presión, úlceras de decúbito, llagas por presión, escaras… Son muchos los nombres utilizados para referirse a este tipo de lesiones cutáneas, un síndrome que afecta principalmente a los pacientes encamados, pero que también puede ser un problema para otro tipo de personas dependientes.
¿Qué son las úlceras por presión (UPP)?
Las llagas por presión o úlceras de decúbito (UPP), también conocidas como escaras, son lesiones de la piel y del tejido que se producen como consecuencia de una presión prolongada sobre la piel.
El origen de las úlceras por presión es vascular y aunque la mayoría de las llagas se curan con tratamiento, algunas pueden tener una evolución crónica. Además, se caracterizan por su escasa o nula tendencia a la cicatrización y facilidad para extenderse en superficie y profundidad.
Las personas que corren más riesgo de padecer úlceras de decúbito, son las que tienen una enfermedad que limita su capacidad de cambiar de posición, o los pacientes encamados. Además de la falta de movilidad, en estos pacientes participan otros factores que favorecen las úlceras como la fricción, el estiramiento de tejidos, la humedad o la incontinencia de orina o heces.
Identifica los síntomas rápidamente
Antes de que aparezcan las llagas, algunos síntomas asociados que nos pueden advertir de que el paciente empieza a sufrir estas úlceras de decúbito o por presión son los siguientes:
Cambios inusuales en el color o la textura de la piel
Hinchazón o inflamación de la piel
Drenaje similar al pus (supuración)
Una zona de la piel que se siente más fría o más caliente al tacto que otras
Sensibilidad e irritación en determinadas áreas de la piel
Lugares del cuerpo comunes de las úlceras por presión
En la mayoría de los casos, las úlceras por presión se manifiestan en la piel que recubre las partes óseas del cuerpo. Por ello, las zonas donde es más frecuente el desarrollo de este tipo de lesiones cutáneas son:
Caderas
Coxis
Nalgas
Talones
Codos
Tobillos
Hombros
Omoplatos
Parte posterior de la cabeza
Factores de riesgo de las úlceras de decúbito
Los principales factores de riesgo que facilitan la aparición de estas úlceras por presión son los siguientes:
Inmovilización
Trastorno sensorial
Desnutrición
Falta de hidratación
Anemia
Hipertensión arterial
Arteriosclerosis
Diabetes Mellitus
Exposición prolongada a irritantes de la piel (incontinencia urinaria y fecal)
Insuficiencia venosa
Sensibilidad alterada
Aunque también existen otros factores asociados con este síndrome, como la edad (mayores de 65 años), la obesidad, el tabaquismo y la falta de higiene, ya que también facilitan la aparición de úlceras.
Principales causas
Como ya hemos comentado, las úlceras de decúbito se producen cuando se bloquea el suministro de sangre a una parte del cuerpo por presión excesiva durante demasiado tiempo.
A continuación desarrollamos las tres causas principales que producen este bloqueo y causar las úlceras de decúbito:
Presión
La presión constante en cualquier parte del cuerpo puede disminuir el flujo sanguíneo, que es esencial para llevar oxígeno y otros nutrientes, sin los cuales los tejidos pueden resultar dañados.
Para las personas encamadas o en silla de ruedas, este tipo de presión suele darse en las zonas que no están bien acolchadas con músculo o grasa y que se apoyan sobre el hueso.
Fricción
Cuando la piel roza con las prendas de vestir o la ropa de cama, se produce una fricción que debilita la piel, haciendo que esta se vuelva más frágil y vulnerable a las lesiones, especialmente si la piel está húmeda.
Rozamiento
El rozamiento se puede producir, por ejemplo, cuando la cabecera de una cama está elevada y el cuerpo se va deslizando hacia abajo, de tal manera que mientras el coxis baja, la piel sobre el hueso se queda en el mismo sitio, traccionando en dirección opuesta.
Las 4 fases de las úlceras por presión (UPP)
Las úlceras por presión se desarrollan en cuatro etapas:
Fase I
Las lesiones de la etapa 1 todavía no son heridas, sino que consisten en dolor y enrojecimiento de la piel, así como una temperatura más elevada en la zona.
Fase II
En la etapa 2, la piel comienza a resquebrajarse hasta agrietarse y convertirse en una herida abierta y dolorosa con apariencia de raspadura (abrasión) o ampolla.
Fase III
Durante la etapa 3, la lesión empeora y comienza a extenderse a los tejidos que se encuentran por debajo, formando un pequeño cráter en la piel.
Fase IV
En la etapa 4, la úlcera por presión es tan profunda que puede alcanzar los músculos, los huesos, los tendones y las articulaciones.
Es en estas últimas fases en las que el paciente puede desarrollar complicaciones graves, como infecciones en el hueso (osteomielitis) o en la sangre (septicemia).
Cómo prevenir las úlceras por presión
Como ya hemos visto, las úlceras por presión son el resultado de una deficiente circulación sanguínea en un área de nuestro cuerpo que permanece bajo presión durante un elevado periodo de tiempo. Por ello, si logramos evitar este bloqueo sanguíneo, estaremos previniendo la aparición de lesiones.
Aquí te dejamos algunas recomendaciones que te pueden ayudar:
Examinar el estado de la piel del paciente al menos una vez al día.
Ante indicios de una posible formación de la úlcera, aplicar productos que ayuden a evitar la aparición, como los de la gama MoliCare® Skin Protect.
Mantener la piel limpia y seca.
Cambiar la posición del paciente cada tres horas.
Fomentar su movilidad.
Evitar realizar los movimientos arrastrando al paciente sobre la ropa de cama.
Usar elementos que alivien la presión, como colchones antiescaras y de aire alternante.
No elevar el cabecero excesivamente ni usar almohadas demasiado altas.
En este artículo te damos más consejos para prevenir y evitar las úlceras por presión, así como el tratamiento más adecuado.
Consejos para el cuidado de la piel
Y si quieres saber cuáles son las recomendaciones generales para cuidar la piel madura, te recomendamos leer este otro artículo.
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