Úlceras por presión (decúbito). Consejos y tratamiento

¿Sabes lo que es una úlcera por presión o de decúbito? En este artículo te explicamos varios aspectosde unas lesiones en la piel que afectan especialmente a las personas dependientes encamadas.

Úlceras por presión, úlceras de decúbito, llagas por presión o escaras, son muchos los nombres utilizados para referirse a este tipo de lesiones cutáneas. Actualmente se denominan “lesiones por presión”, lesiones que afectan principalmente a los pacientes encamados, pero que también puede ser un problema para otro tipo de personas dependientes.

¿Qué son las lesiones por presión (LPP) y cómo se producen?

Es un daño localizado en la piel y/o el tejido subyacente, como consecuencia de la presión o la presión en combinación con la cizalla. Generalmente se producen sobre una prominencia ósea pero también puede estar en relación a dispositivos médicos u otros objetos.
La presión es una fuerza perpendicular sobre el tejido, pero cuando se combina con la cizalla la fuerza no es perpendicular si no oblicua. Estas fuerzas son más dañinas que únicamente la presión y generan habitualmente lesión en tejidos profundos que evolucionan con frecuencia hacia LPP de categorías 3 y 4. Las fuerzas de cizalla pueden aparecer cuando se eleva el cabecero mucho, más de 30 grados, ya que el peso del tronco (gravedad) desplaza los tejidos hacia abajo permaneciendo la espalda adherida a la cama. Esto deforma los tejidos profundos y ocluye la circulación a ese nivel.
La presión y/o la cizalla mantenida sobre los tejidos conduce al aplastamiento tisular sobre dos planos duros, uno perteneciente a la persona (una prominencia ósea) y otro ajeno a él (como puede ser la cama o el sillón). Esto conduce al colapso de la circulación dificultando la llegada de oxígeno y nutrientes a esos tejidos que, de mantenerse la situación, puede llevar a la destrucción y muerte celular, cuya manifestación es la lesión por presión.

Las personas que corren más riesgo de desarrollar lesiones por presión son las personas dependientes, es decir, personas con limitación o pérdida (temporal o permanente) de la autonomía física, mental, intelectual o sensorial debido a la discapacidad, edad o enfermedad y que requieren por ello de ayuda para realizar sus actividades básicas (higiene, alimentación, eliminación, movilización).
Además de la dependencia hay otros factores que contribuyen en mayor o menor medida como son el estado de la piel (deshidratada, erosionada, etc), la humedad mantenida por la incontinencia, un mal estado nutritivo o todas aquellas enfermedades que conlleven una disminución en la llegada de oxígeno y nutrientes a los tejidos corporales como la diabetes, anemia, enfermedades vasculares, respiratorias, renales, por ejemplo.
Es por esto que, para evitar las lesiones por presión, es esencial disminuir la presión y/o el cizallamiento pero también es preciso mejorar el estado de salud general de la persona manteniéndola bien nutrida e hidratada y con las enfermedades crónicas que padezca estabilizadas.

Identifica los síntomas rápidamente

Antes de que aparezcan las lesiones por presión hay señales que informan de que determinadas zonas corporales están siendo sometidas a exceso de presión y que, de mantenerse la situación puede aparecer una lesión. Son las siguientes:

  • Cambios inusuales en el color o la textura de la piel

  • Hinchazón o inflamación de la piel

  • Una zona de la piel que se siente más fría o más caliente al tacto que otras

  • Sensibilidad e irritación en determinadas áreas de la piel

  • Dolor en una zona cutánea sometida a presión

Lugares del cuerpo comunes de laslesiones por presión

En la mayoría de los casos, las lesiones por presión se manifiestan en la piel que recubre las partes óseas del cuerpo. Por ello, las zonas más habituales, ordenadas de mayor a menor frecuencia son:

  • Zona del sacro/coxis (parte final de la espalda)
  • Talones
  • Trocánter (cadera)
  • Isquion (el apoyo al estar sentados)
  • Maléolos (tobillos)
  • Glúteos (nalgas)
  • Espalda
  • Parte lateral del pie y dedos
  • Rodillas y pernas
  • Hombro y codos
  • Parte posterior de la cabeza
  • Orejas

Factores de riesgo de las úlceras de decúbito

Los principales factores de riesgo que facilitan la aparición de las lesiones por presión son los reflejados en las escalas diseñadas para detectar a las personas con riesgo de desarrollar estas lesiones. Son los siguientes:

  • Percepción sensorial disminuida por bajo nivel de conciencia o por situaciones que impiden sentir malestar/dolor en parte de su cuerpo (hemiplejia, paraplejia, enfermedades neurodegenerativas…)
  • Situaciones en las que la persona no puede manifestar el dolor o malestar que genera la presión mantenida, como personas con demencia severa, bajo nivel de conciencia, trastornos del habla, por ejemplo.
  • Piel sometida a un exceso de humedad, como sucede en la incontinencia urinaria y/o fecal o sudoración muy profusa.
  • Actividad física limitada, por ejemplo personas encamadas, con actividad reducida a estar en la cama y sillón, o que deambulan ocasionalmente y distancias muy cortas.
  • Inmovilidad o capacidad para cambiar y controlar la posición del cuerpo disminuida o ausente.
  • Mal estado nutritivo.
  • Situaciones que generan fricción/roce sobre la piel, como deslizamiento del paciente por tener el cabecero elevado o estados de agitación.

Hay otros factores que disminuyen la tolerancia de los tejidos a la presión y/o cizalla de forma que, cuanto más de estos factores tenga la persona, menos presión y menos tiempo son necesarios para desarrollar una lesión por presión. Esos factores son:

  • Edad avanzada
  • Enfermedades respiratorias
  • Enfermedades cardíacas y vasculares
  • Tabaquismo
  • Anemia
  • Diabetes
  • Insuficiencia renal
  • Procesos neoplásicos
  • Determinados fármacos

Categorías o estadios de la lesiones por presión.

Las lesiones por presión pueden tener manifestaciones clínicas muy diferentes en función de los tejidos afectados por la presión y/o cizalla, pudiendo ir desde un eritema que no palidece al presionar hasta una úlcera profunda que deja expuesto el hueso, tendones o articulación. Esto no es más que el reflejo de la magnitud del daño tisular. En función de ello estas lesiones se clasifican en:

Estadio/categoría 1 o eritema no blanqueante

La piel está íntegra, no hay herida como tal, la lesión de la piel se manifiesta como una zona enrojecida que al presionar con el dedo no palidece. Si el eritema palidece e instantáneamente retoma su color, nos informaría de que aún no hay lesión pero puede aparecer puesto que hay presión. Las LPP de categoría 1 evolucionan a categoría 2 si no se alivia presión de manera eficaz.

Estadio/categoría 2 o pérdida de piel parcial con dermis expuesta

Este estadio puede presentarse como una úlcera superficial con el lecho sonrosado, sin tejido esfacelar, o bien como una flictena (ampolla grande) con contenido seroso, íntegra o rota. Evolucionan a categoría 3 si no se alivia la presión.

Estadio/categoría 3 o pérdida de piel de grosor total

La úlcera ya es más profunda puesto que se ha afectado la grasa subcutánea Ésta puede estar visible pero músculos, tendones o hueso no están expuestos. El lecho puede contener tejido esfacelar o necrótico. Evolucionan a categoría 4 si no se alivia presión.

Estadio/categoría 4 o pérdida de piel total y de tejidos

Es el peor estadio ya que se ha destruido piel, músculo y puede dejar hueso o articulación expuesta, con el consiguiente riesgo de osteomielitis. Son úlceras generalmente profundas que con frecuencia presentan cavitaciones, tunelizaciones y tejido necrótico en lecho.

Lesión de tejidos profundos

Son causadas por fuerza de presión más cizalla. La piel aparece con un área violácea o marrón semejante a un hematoma, muchas veces con un eritema circundante. También puede manifestarse como una flictena sanguinolenta con un lecho violáceo oscuro. La evolución de estas lesiones es muy variable, desde resolución con poca pérdida de tejido hasta lesiones de categoría 3 o 4.Estadio/categoría 4 o pérdida de piel total y de tejidos

Lesión no estadiable o de profundidad desconocida

La úlcera está completamente cubierta de tejido necrótico (muerto), lo que impide discernir qué tejidos están afectados. Hasta que no se haya retirado ese tejido necrótico, se desconoce la verdadera categoría, pero siempre son 3 o 4.

¿Cómo prevenir las úlceras por presión?

Como ya hemos visto, las lesiones por presión son el resultado de una deficiente circulación sanguínea en un área de nuestro cuerpo que permanece bajo presión y/o cizalla durante un periodo de tiempo prolongado.Por ese motivo, la mayoría de las recomendaciones preventivas están dirigidas a disminuir la presión y la cizalla y con ello evitar ese bloqueo sanguíneo. Sin embargo, hay otras recomendaciones muy valiosas dirigidas a cuidar la piel para hacerla más resistente a la presión/cizalla o a mejorar la nutrición.


Aquí te dejamos de manera esquemática algunas recomendaciones que te pueden ayudar. En función del grado de dependencia de la persona a la que cuidas, tendrás que utilizar algunas o todas ellas. Son las siguientes:

  1. Examinar el estado de la piel del paciente al menos una vez al día para detectar zonas de eritema (informa de existencia de presión) o lesiones por presión en categorías incipientes (categoría 1).

  2. Ante eritema, blanqueante o no blanqueante (LPP estadio 1), aplicar ácidos grasos hiperoxigenados o aceites protectores y extremar las medidas de alivio de la presión.

  3. Realizar la higiene de la piel con agua y jabón respetuoso con el pH, aclarar y secar sin fricción las zonas delicadas para no lesionarlas.

  4. Aplicar ácidos grasos hiperoxigenados en prominencias óseas, resto corporal hidratar con emolientes (aceites). Extender suavemente sin masajear.

  5. Aplicar cremas a base de óxido de Zinc en el periné y zona glútea de personas incontinentes para evitar el exceso de humedad.

  6. Utilizar un colchón antiescaras, estático (de viscoelástica), de baja presión continua o dinámico (de presión alternante), con el fin de disminuir la presión mientras la persona permanece acostada. Acude a un sanitario para que te asesore sobre la mejor opción para la persona dependiente.

  7. Utilizar un cojín antiescaras (de viscoelástica, por ejemplo) para disminuir la presión mientras la persona permanece sentada.

  8. Utiliza apósitos protectores de espuma en zonas especialmente de riesgo como sacro y talones.

  9. Fomentar la movilidad de la persona

  10. Si la persona no puede movilizarse, realizar cambios de posición a intervalos regulares, cada 2-4 horas. Tener en cuenta las indicaciones generales y posiciones recomendadas ya mencionadas para los cambios posturales.

  11. No elevar el cabecero más de 30 grados, salvo para comer o ante problemas respiratorios. El objetivo es evitar el aumento de la presión y la cizalla que se genera cuando se eleva el cabecero mucho durante un tiempo prolongado.

  12. Colocar una almohada bajo los gemelos para dejar los talones “al aire” y así evitar LPP en esta localización.

  13. Valorar el apetito y consumo de alimentos de la persona y, si es insuficiente, acudir a su médico. Es imprescindible asegurar un buen aporte nutricional.

En este artículo te damos más consejos para prevenir y evitar las úlceras por presión, así como el tratamiento más adecuado.

Consejos para el cuidado de la piel

Y si quieres saber cuáles son las recomendaciones generales para cuidar la piel madura, te recomendamos leer este otro artículo.


BIBLIOGRAFÍA:

1.European Pressure Ulcer Advisory Panel, National Pressure Injury Advisory Panel and Pan Pacific Pressure Injury Alliance. Prevención y tratamiento de las lesiones/úlceras por presión. Guía de consulta rápida (edición en español). Emily Haesler (Ed.). EPUAP/NPIAP/PPPIA: 2019.
2.Consellería de Salut. Servicio de Salud de las Illes Baleares. Prevención y tratamiento de las úlceras por presión. Consejería de Salud. 2018
3.Consejería de Salud. Servicio Andaluz de Salud. Estrategia de Cuidados de Andalucía. Moya Suárez AB (coordinadora). Guía FASE para la prevención de las úlceras por presión. Servicio Andaluz de Salud. 2017
4.Dirección Regional de Desarrollo e Innovación en Cuidados. Servicio Andaluz de Salud. Consejería de Salud. Guía pre prevención y cuidados de las úlceras por presión para personas cuidadoras. Información para pacientes y personas cuidadoras.

BEGOÑA MARTÍN MUÑOZ

Enfermera de Práctica Avanzada en Heridas Crónicas Complejas

29 años de experiencia como Enfermera Clínica en distintas unidades de hospitalización, UCI, urgencias y quirófano en hospitales de la red pública del SSPA y Enfermera de Práctica Avanzada en Heridas Crónicas Complejas desde 2017.

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