El rol de los cuidadores familiares: parejas e hijos

Cuando un miembro de nuestro hogar o familia sufre un problemade salud que le coloca en una situación de dependencia no siempre tenemos las posibilidades de contar con asistencia profesional diaria. Ingresarlo en una residencia…

Cuando un miembro de nuestro hogar o familia sufre un problema de salud que le coloca en una situación de dependencia no siempre tenemos las posibilidades de contar con asistencia profesional diaria. Ingresarlo en una residencia o contratar a un cuidador profesional formado en el ámbito socio sanitario supone unos gastos que no todas las familia pueden asumir.

Es cierto que la Ley de Dependencia ofrece ciertas prestaciones económicas con el objetivo de facilitar la contratación deun cuidador durante una cantidad de horas diarias estipuladas. Aun así, la realidad es que en muchos casos el rol de cuidador suele acabar siendo adoptado por un familiar. De hecho, España cuenta con el segundo mayor porcentaje de cuidadores familiares proporcionando cuidados intensivos, precedido únicamente por Corea (Fuente: Help Wanted? Providing and Paying for Long-term Care OECD 2011)

“España es el segundo país del mundo en con mayor cantidad de cuidadores familiares ofreciendo cuidados intensivos”

A continuación analizamos los procesos de cuidado, las relaciones cuidador-cuidado y los roles que se desarrollan según el parentesco entre el paciente y la persona que se encarga de su cuidado.

Cuando el cuidador es la pareja

Este suele ser uno de los casos más comunes cuando una persona entra en situación de dependencia, el primer recurso siempre será ser cuidado por su pareja, persona con la que lleva largos años de convivencia y confianza.

Esto suele suponer una serie de desajustes en la relación ya que la situación cotidiana cambia por completo. El cuidador debe asumir su nuevo rol a la vez que presencia el deterioro de su persona más querida y lo apoya, cosa que le exigirá una adaptación constante.

Además, es común que se desarrollen ciertas tensiones en la relación, ya que el hecho de que uno ofrezca ayuda mientras que el otro la recibe genera una situación de desigualdad, la relación deja de ser recíproca y cada uno de los miembros se ubica en un nivel muy diferente. Es por ello que una actitud positiva y la capacidad de comunicación de ambos será clave para superar esta fase.

Se ha demostrado que los cuidados también suelen desarrollarse de forma diferente en función del género del cuidador. Cuando el marido es quien cuida suele recibir más ayuda externa de otros familiares, amigos o instituciones públicas. No obstante, cuando la cuidadora es una mujer ésta tiende a cargar con todo el peso del cuidado, recibiendo menos ayuda de otros familiares o incluso resistiéndose a aceptarla. Esto suele generar una sobrecarga sobre la cuidadora que bien puede acabar afectando sobre su propia salud.

Cuando los cuidadores son los hijos

Cuando la pareja ya no está o no se encuentra capacitada para llevar a cabo las tareas de cuidado la responsabilidad suele caer sobre los hijos de la persona dependiente.

Esta situación supone un fuerte impacto emocional para los hijos, que ven cómo sus padres ya no pueden valerse por si mismos. Del mismo modo, se da una inversión de roles considerable ya que los hijos pasan de ser “los cuidados” a ser “los cuidadores”.

Cuando se trata de una familia compuesta por varios hermanos las tareas se suelen repartir, aunque conforme las necesidades de atención van incrementando uno de los hijos acaba adoptando el papel de cuidador principal. La figura escogida suele ser la hija soltera o la hija más cercana, ya que en nuestra sociedad las tareas de cuidado siguen estrechamente relacionadas al género femenino.

Esto puede llegar a generar problemas en la vida del hijo cuidador y la conciliación con su vida profesional y familiar. A menudo deberá ajustar su horario laboral a una media jornada o restar tiempo de cuidado a su familia (su cónyuge e hijos) para poder cumplir con su nuevo papel de cuidador. Muchas veces se suele adoptar este rol de forma temporal, aunque a menudo acaba evolucionando en una situación mucho más duradera.

Desde El Rincón del Cuidador ® queremos reconocer y aplaudir a todos estos héroes cotidianos e invisibles, que sin mayor reconocimiento que la satisfacción del bienestar de sus familiares dedican sus vidas al cuidado de sus parejas y padres dependientes. Os recordamos que en El Rincón del Cuidador ® estamos para ayudaros, y para hacer vuestro trabajo lo más llevadero y agradable posible ¿Cómo podemos ayudarte?

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