Cuida tu cuerpo

Cuídate cuidador

Cuidar de alguien dependiente supone un desgaste físico, que puede ser más o menos exigente según el nivel de dependencia y movilidad de la persona a la que cuidamos.

Por eso, es importante conocer algunas pautas básicas de higiene postural para nuestras actividades diarias como cuidador, y para atender aspectos de la atención directa de la persona dependiente como: movilizaciones, transferencias y cambios posturales.

La Postura

Una buena postura corporal asegura una correcta distribución del peso del cuerpo y facilita el esfuerzo de los músculos. Si no estamos bien colocados al trasladar a la persona dependiente o al realizar las actividades de cuidado básico en el día a día, podemos sufrir dolor de espalda y en las articulaciones de las extremidades.

Una silla mal colocada, una cama demasiado baja, incluso una temperatura inadecuada, también pueden provocar alteraciones posturales.

Normas para mantener la postura correcta

Mantén la espalda recta
Flexiona las piernas (caderas y rodillas)
Acércate al cuerpo de la persona dependiente, así se reparte mejor la carga.
Sujeta con firmeza a la persona dependiente para evitar caídas.
Amplía tu base de apoyo. Separa los pies para aumentar el equilibrio, dirigiendo una de las puntas en la dirección del movimiento y la otra ligeramente flexionada. Así realizarás el desplazamiento con las piernas y no forzarás la espalda.
Sincroniza los movimientos. Realizad los movimientos al mismo tiempo (cuidador y persona dependiente). Así se reduce el esfuerzo a menos de la mitad.

Higiene postural en la vida diaria

Existen multitud de acciones que realizamos en nuestro día a día que pueden provocarnos molestias físicas. Corregir algunos malos hábitos posturales en el momento del aseo, al vestirnos, al permanecer sentados, al cargar peso o incluso al realizar las tareas domésticas es imprescindible para que no aparezcan las molestias musculares.

Descarga esta ficha para mejorar tu higiene postural.

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Movilizaciones y transferencias

Mover a la persona dependiente (girarla en la cama) o cambiarla de superficie (pasarla de la silla a la cama, por ejemplo) es uno de los momentos más exigentes físicamente. Es importante conocer varios aspectos antes de iniciar estas maniobras y adoptar una correcta postura corporal para evitar sobreesfuerzos que puedan derivar en lesión o que puedan poner en riesgo la integridad de la persona dependiente.

Para conocer la mejor manera de actuar en cada situación puedes descargar este manual: movilizaciones y transferencias, ¿cómo actuar?

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