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Cómo tratar una fractura de tobillo en adultos mayores
Cuando se produce una fractura de tobillo en adultos mayores, actuar rápido es clave para evitar complicaciones. Este tipo de lesión —también llamada tobillo roto, rotura de tobillo o tobillo fracturado— puede ser grave, especialmente si existe desplazamiento del hueso, si el hueso del tobillo sobresale o si aparecen fracturas complejas como la fractura bimaleolar, fractura trimaleolar o la fisura de tobillo.
¿Cómo saber si es grave?
- Si hay dolor intenso, incapacidad para apoyar, deformidad o hinchazón importante, es probable que exista una fractura.
- Incluso pudiendo caminar, es posible que haya un hueso roto. Es importante no confiarse si existe una mínima sospecha.
- En personas mayores, los huesos son más frágiles y las consecuencias suelen ser más serias.
Si sospechas de lesión, acude siempre al médico: cuanto antes se diagnostique la lesión, mejores son los resultados y menor es el tiempo de baja por fractura de tobillo.
A continuación te explicamos en detalle todo lo que necesitas saber.
Fractura de tobillo: ¿Qué es?
Una fractura de tobillo ocurre cuando uno o varios de los huesos que forman el tobillo se rompen parcial o completamente. Puede ser una fisura de tobillo (pequeña grieta ósea), una fractura estable o lesiones graves como la fractura trimaleolar o la fractura bimaleolar, frecuentes cuando el tobillo se tuerce o sufre un golpe directo.
Para entender qué ocurre en una rotura de tobillo, conviene conocer las partes anatómicas implicadas.
Partes involucradas
Huesos:
Tibia:
Es el hueso principal de la pierna y su parte inferior forma el maléolo medial. Una fractura del maléolo tibial puede causar dolor intenso e inestabilidad.
Peroné (fíbula):
Es el hueso lateral de la pierna y su zona inferior forma el maléolo lateral. Aquí aparecen lesiones como la fractura de maléolo peroneo o las fracturas transindesmales de peroné, que afectan a la articulación entre tibia y peroné.
Astrágalo:
Es el hueso que conecta la pierna con el pie y cuando se afecta, el tobillo pierde su movilidad y estabilidad.
Partes específicas del tobillo
Maléolo medial (interior del tobillo):
Se rompe frecuentemente en caídas o giros bruscos.
Maléolo posterior:
Fractura asociada a la inestabilidad característica en lesiones más graves.
Maléolo lateral:
La fractura más común en un tobillo roto o una rotura de peroné en el tobillo.
Articulaciones implicadas
Articulación del tobillo:
Permite movimientos de flexión y extensión. Una fractura aquí limita totalmente la movilidad.
Articulación de la sindesmosis:
Une la tibia y el peroné. Si se daña, hablamos de fractura transindesmal, con una recuperación más lenta.
Causas de las roturas de tobillo
Una fractura de tobillo puede aparecer por muchos motivos, más aún en personas mayores, algunas de las causas más comunes son:
- Practicar deportes o ejercicios de impacto: Saltos, giros y caídas.
- Accidentes de tráfico: Golpes directos y torsiones violentas.
- Caídas desde la propia altura: Especialmente frecuentes en la tercera edad.
- Torceduras graves del tobillo: Giro excesivo hacia dentro o hacia fuera.
- Golpes directos: Por objetos pesados o tropiezos.
Fracturas de tobillo en adultos mayores
Con la edad, los huesos se vuelven más frágiles y las articulaciones pierden estabilidad. Esto significa que un golpe que para una persona joven no representaría un problema, para una persona mayor puede causar una fractura bimaleolar, trimaleolar o una fisura de tobillo.
Además, las consecuencias pueden ser más severas:
- Mayor riesgo de desplazamiento óseo.
- Más complicaciones en la cirugía y en la rehabilitación.
- Recuperaciones más largas.
- Riesgo de pérdida de autonomía durante semanas o meses.
Otros factores de riesgo
Además de la edad y la fragilidad ósea, existen otros factores que pueden aumentar el riesgo de sufrir una fractura de tobillo en adultos mayores. Muchos de ellos están relacionados con el entorno o con problemas de equilibrio y movilidad. Estos son los más habituales.
- Casa desordenada: Obstáculos, alfombras sueltas, cables.
- Osteoporosis: Reduce la resistencia del hueso.
- Falta de equilibrio: Problemas de visión, mareos o medicación.
- Falta de herramientas para andar: Bastones, muletas o andadores mal ajustados o inexistentes.
- Calzado inadecuado: Suelas resbaladizas o zapatos sin sujeción.
- Debilidad muscular: Reduce la estabilidad del tobillo.
Estos factores pueden desencadenar una caída que termine en una fractura de tobillo, tobillo partido o tobillo fracturado.
Síntomas de un tobillo roto
Una fractura de tobillo suele presentar síntomas claros. No obstante, en personas mayores pueden pasar desapercibidos.
Principales signos:
- Hinchazón repentina: Por inflamación y sangrado interno.
- Deformidad en la pierna o el tobillo: El hueso roto puede sobresalir o desplazar la articulación.
- Dolor intenso: Aumenta al intentar apoyar el pie.
- Moratones: Aparecen a las pocas horas.
- Imposibilidad o dificultad para caminar.
- Sensación de chasquido al momento de la lesión.
¿Qué hacer en caso de sospecha de fractura de tobillo?
En caso de sospechar que existe una rotura de tobillo, acudir al médico de inmediato es fundamental.
Importante:
El hecho de poder caminar no descarta una fractura. Algunos adultos mayores, por dolor crónico o neuropatía, pueden caminar incluso con lesiones graves.
En urgencias, el médico realizará:
- Exploración física para evaluar estabilidad y movilidad.
- Radiografía: Para identificar si es una fisura, fractura simple, bimaleolar o trimaleolar.
- TAC en casos complejos o sospecha de afectación de la sindesmosis.
Con los resultados de estas pruebas se decidirá el tratamiento.
Tratamiento para la rotura de tobillo
El tratamiento depende del tipo de fractura, desplazamiento, estabilidad y estado del paciente. Puede ser:
- Tratamiento no quirúrgico
- Tratamiento quirúrgico, como la operación de tobillo con placa y tornillos
Tratamiento no quirúrgico
Se emplea cuando la fractura está estable o los huesos no se han desplazado.
Incluye:
- Inmovilización con férula, bota ortopédica o yeso.
- Descarga del peso en el pie con la ayuda de muletas.
- Analgésicos y antiinflamatorios.
- Seguimiento radiológico.
Casos tratados sin cirugía:
- Algunas fisuras de tobillo.
- Fracturas no desplazadas del maléolo lateral.
- Algunos tipos de fractura maléolo tibial.
Tratamiento quirúrgico
Es necesario cuando la fractura está desplazada o afecta a varios maléolos, como en:
- Fractura bimaleolar del tobillo
- Fractura trimaleolar
- Lesiones con daño de la sindesmosis
- Rotura de tibia y peroné por el tobillo
La cirugía más común es la operación de tobillo con placa y tornillos, que fija el hueso para recuperar la movilidad y evitar deformidades futuras.
Fractura de tobillo: tiempo de recuperación
La recuperación varía según el tipo de lesión, la edad y si hubo cirugía. Pero en líneas generales:
- Fracturas simples: 6 a 8 semanas
- Fracturas bimaleolares o trimaleolares: 12 a 16 semanas
- Adultos mayores: recuperación más lenta y rehabilitación más prolongada
Según el tipo de fractura, estos son los tiempos estimados:
- Fractura trimaleolar de tobillo, tiempo de recuperación: 12–20 semanas
- Rotura de tobillo, tiempo de recuperación: 8–12 semanas
- Fractura transindesmal de peroné, tiempo de recuperación: 12–16 semanas
- Fractura de maléolo peroneo, tiempo recuperación: 6–8 semanas
- Fractura bimaleolar de tobillo, tiempo de recuperación: 12–16 semanas
- Fractura de tobillo, tiempo de recuperación: 6–12 semanas
- Rotura de tobillo tiempo recuperación: 8–12 semanas
Prevención
Para evitar una fractura de tobillo en adultos mayores:
- Asegurar buena iluminación en casa.
- Retirar alfombras o fijarlas correctamente.
- Usar calzado estable y antideslizante.
- Hacer ejercicios de equilibrio.
- Revisar la densidad ósea (detección de osteoporosis).
- Utilizar bastón o andador si el médico lo recomienda.
Un tobillo roto en adultos mayores no solo afecta la movilidad, sino también la independencia. Actuar rápido, seguir el tratamiento adecuado y trabajar en la prevención son claves para una recuperación completa y segura.
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