Fractura de muñeca en ancianos y rehabilitación

Las fracturas de muñeca son una de las lesiones más comunes en personas mayores, especialmente en aquellas con osteoporosis o debilidad ósea. Con la edad, los huesos pierden densidad, lo que aumenta el riesgo de sufrir fracturas incluso con caídas leves. Estas lesiones, cuando no se tratan correctamente, pueden afectar la autonomía de la persona mayor y dificultar tareas cotidianas como vestirse, alimentarse o incluso caminar. Realizar un tratamiento rápido y adecuado es esencial para prevenir complicaciones como la rigidez o la pérdida de funcionalidad.

En este artículo, exploraremos los diferentes tipos de fracturas de muñeca, los posibles tratamientos y cómo llevar a cabo una rehabilitación adecuada para una recuperación efectiva.

Fractura de muñeca en personas mayores

La fractura de muñeca es una lesión común en la tercera edad, que supone la ruptura de uno o más huesos de la muñeca, como el radio o el cúbito. En personas mayores, estas fracturas suelen producirse debido a caídas, un evento frecuente en la vejez. La pérdida de densidad ósea relacionada con la osteoporosis, junto con la disminución de la agilidad y de los reflejos y el aumento del riesgo de caídas, se traduce en una mayor frecuencia de fracturas. Además, las mujeres, debido a la mayor prevalencia de la osteoporosis, tienen un riesgo aún mayor.

Diferencias entre fractura y fisura en la muñeca

No todas las lesiones en la muñeca implican una rotura completa del hueso. Las fisuras son fracturas parciales o pequeñas grietas en el hueso que no llegan a causar desplazamiento. Aunque las fisuras son menos graves que las fracturas completas, pueden ser dolorosas y requieren tratamiento. El tratamiento para una fisura generalmente involucra inmovilización, lo que permite que el hueso sane adecuadamente, y en muchos casos, se consolida más rápido que una fractura completa debido al menor daño óseo.

Tipos de fracturas de muñeca frecuentes en ancianos

Aunque la fractura de muñeca es común, existen diferentes tipos de fracturas que pueden confundirse entre sí. Estas son algunas de las más frecuentes:

  • Fractura de Smith: Fractura extraarticular que causa un desplazamiento del extremo distal del radio hacia la zona palmar.
  • Fractura de Barton: Fractura que ocurre junto con una dislocación de la articulación radiocarpiana, afectando la unión entre el radio y los huesos del carpo.
  • Fractura de escafoides: Lesión en uno de los ocho huesos pequeños que forman la muñeca.
  • Fractura de Hutchinson: Afecta la apófisis estiloides del radio.
  • Fractura distal de cúbito: Abarca fracturas en los extremos cercanos de los huesos del antebrazo.
  • Fractura de estiloides cubital: Afecta tanto al cúbito como al radio en la zona distal.

Síntomas de la fractura de muñeca en ancianos

El dolor es el síntoma más evidente de una fractura de muñeca, pero no siempre es suficiente para confirmar que se trata de una fractura. A menudo, los síntomas pueden confundirse con una torcedura leve, especialmente en fracturas sin desplazamiento óseo. Sin embargo, hay señales específicas que pueden ayudar a diferenciar una fractura de una simple lesión menor:

  • Aumento progresivo del volumen: La hinchazón puede extenderse hacia el dorso de la mano o incluso alcanzar el antebrazo.
  • Moratones o cambio de color en la piel: Indicativos de sangrado interno.
  • Rigidez o dificultad para mover la muñeca: Complica tareas cotidianas.
  • Deformidad visible: En casos de desplazamiento óseo, la muñeca puede presentar una forma anormal.
  • Disminución de la fuerza o alteración de la sensibilidad: Si la fractura afecta los nervios cercanos.

Factores de riesgo para fractura de muñeca en ancianos

La fractura de muñeca en personas mayores no es solo el resultado de una caída, existen varios factores que aumentan el riesgo de que un golpe leve o una caída cause una fractura. Conocer estos factores es crucial para implementar medidas preventivas. Algunos de los principales factores de riesgo son:

  • Pérdida de equilibrio o alteraciones en la marcha: La dificultad para mantener el equilibrio o la inseguridad al caminar aumenta el riesgo de caídas.
  • Edad avanzada: La densidad ósea disminuye con la edad, lo que hace que los huesos sean más susceptibles a las fracturas.
  • Osteoporosis y osteopenia: La pérdida de masa ósea facilita las fracturas de muñeca, ya que los huesos se rompen con más facilidad.
  • Actividades de contacto o accidentes de tráfico: Las situaciones de riesgo pueden desencadenar fracturas cuando los huesos ya están debilitados.
  • Uso de medicamentos que afectan la coordinación: Algunos fármacos provocan mareos o alteran el equilibrio, incrementando las probabilidades de caídas.
  • Espacios domésticos poco adaptados: Una casa con obstáculos o mala iluminación aumenta el riesgo de caídas.

Estos factores, al actuar en conjunto, incrementan considerablemente la probabilidad de sufrir una fractura. Observar el entorno y la salud ósea de las personas mayores es esencial para prevenir accidentes.

Cómo reducir los factores de riesgo de caída en adultos mayores

La prevención es la clave para evitar caídas y fracturas. Adaptar el hogar, realizar ejercicios para mejorar el equilibrio y cuidar la salud ósea son medidas fundamentales para reducir el riesgo.

Si quieres saber más sobre la prevención de caídas te invitamos a leer nuestro artículo "Qué hacer para evitar caídas en ancianos".

Adaptar la vivienda

El hogar es el lugar donde ocurren más caídas, por lo que realizar algunas modificaciones puede ayudar a prevenir fracturas. Algunas recomendaciones son:

  • Eliminar obstáculos como alfombras sueltas o muebles bajos.
  • Instalar agarraderas en el baño, cerca de la cama y en pasillos.
  • Asegurar buena iluminación en zonas de paso o cerca de escaleras.
  • Colocar superficies antideslizantes en el baño.

Estas pequeñas modificaciones no solo ayudan a prevenir fracturas de muñeca, sino también otras lesiones comunes en personas mayores.

Equilibrio y movilidad

Mantener el equilibrio y la fuerza muscular es esencial para reducir el riesgo de caídas. Algunos ejercicios recomendados incluyen caminar a diario, practicar taichí o realizar estiramientos. Además, el uso de bastones o andadores puede proporcionar mayor seguridad al caminar.

Cuidar la salud ósea en general

Mantener los huesos fuertes es clave para prevenir fracturas. Asegúrate de seguir una dieta rica en calcio y vitamina D, realizar ejercicio regularmente y consultar con el médico sobre suplementos o tratamientos para la osteoporosis.

Diagnóstico y tratamiento de una fractura de muñeca

El diagnóstico de una fractura de muñeca se realiza principalmente a través de radiografías. En personas mayores, cualquier dolor en la muñeca que se presente tras una caída debe ser evaluado en urgencias para evitar complicaciones. El tratamiento depende de la gravedad de la fractura, y en personas mayores, se priorizan métodos menos invasivos que favorezcan una recuperación funcional.

Inmovilización

La inmovilización es la primera medida para permitir que el hueso se selle correctamente. Esto se logra con el uso de una férula o yeso, y el paciente debe seguir recomendaciones como mantener la mano elevada para reducir la hinchazón y mover suavemente los dedos para mantener la circulación.

Cirugía

Cuando la fractura es desplazada o involucra múltiples partes del hueso, puede ser necesaria la cirugía para alinear y fijar los fragmentos. En personas mayores, la cirugía debe ser cuidadosamente evaluada, ya que la fragilidad ósea y el riesgo anestésico son factores importantes.

Rehabilitación

Una vez que el hueso ha comenzado a soldarse, la rehabilitación es esencial. El fisioterapeuta guiará al paciente en ejercicios progresivos para recuperar la movilidad, fuerza y coordinación de la muñeca. Esta fase también ayuda a reducir la rigidez y prevenir la pérdida de masa muscular.

Conclusión

La fractura de muñeca en personas mayores es una lesión frecuente pero prevenible. Un diagnóstico temprano, un tratamiento adecuado y una rehabilitación constante permitirán una correcta consolidación del hueso y la recuperación de la funcionalidad de la muñeca, lo que contribuye a mantener la autonomía de la persona mayor. La prevención de caídas y el seguimiento profesional son claves para evitar complicaciones y garantizar una recuperación segura y efectiva.

 

Preguntas frecuentes

¿Cuánto tiempo de recuperación tiene una fractura de muñeca?
La recuperación depende de la gravedad de la fractura, generalmente oscila entre 6 y 8 semanas.

¿Cuáles son las complicaciones de una fractura de muñeca?
Si no se trata correctamente, las complicaciones pueden incluir la consolidación inadecuada del hueso, rigidez articular y pérdida de funcionalidad.

¿Qué secuelas quedan después de una fractura?
Algunas personas pueden experimentar rigidez, disminución de la fuerza o dolor residual, especialmente si la fractura no se trató adecuadamente o si hubo complicaciones durante la recuperación.

 

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