El aplastamiento vertebral por osteoporosis es una fractura comúnmente causada por la pérdida de densidad ósea. Esta...
Cuidados y rehabilitación de húmero roto en personas mayores
La fractura de húmero en personas mayores es una lesión común y a menudo incapacitante. El húmero roto puede limitar gravemente la movilidad del brazo y el hombro, especialmente en personas con huesos frágiles debido a la edad o la osteoporosis.
En este artículo te explicamos dónde está el húmero, qué tipos de fracturas existen, cómo reconocer los síntomas y cuáles son los tratamientos y cuidados más adecuados, incluyendo consejos para la rehabilitación y la prevención de futuras caídas.
¿Dónde está el húmero?
El húmero es el hueso largo que conecta el hombro con el codo. Forma parte fundamental del brazo y participa en casi todos los movimientos del miembro superior.
Su extremo superior se une con el omóplato (escápula) formando la articulación del hombro, y su extremo inferior se conecta con el radio y el cúbito en el codo.
Partes principales del húmero:
- Cabeza del húmero: se articula con la escápula y permite el movimiento del hombro.
- Troquíter (o tuberosidad mayor): prominencia ósea donde se insertan músculos importantes del hombro.
- Diáfisis: parte media del largo del hueso.
- Cóndilos y epicóndilos: situados en la parte inferior, forman parte de la articulación del codo.

Fractura de húmero en personas mayores
La fractura de húmero es una de las roturas óseas más habituales en las personas mayores. Esto se debe a que, con la edad, los huesos se vuelven más frágiles, el equilibrio disminuye y los reflejos se vuelven más lentos, lo que aumenta el riesgo de caída.
Generalmente, la fractura ocurre al caer con el brazo extendido, intentando amortiguar el golpe.
Factores de riesgo en personas mayores
- Osteoporosis: la pérdida de densidad ósea hace que los huesos se rompan con mayor facilidad.
- Otras enfermedades óseas: el cáncer o la artritis reumatoide debilitan la estructura del hueso.
- Falta de equilibrio: los problemas de coordinación o fuerza muscular aumentan el riesgo de caídas.
- Elementos poco seguros en el hogar: alfombras sueltas, poca iluminación o ausencia de pasamanos pueden favorecer los accidentes.
Tipos de roturas de húmero
El húmero puede fracturarse en diferentes zonas, y cada tipo de rotura tiene un tratamiento y una recuperación distintos.
Fractura proximal del húmero (cabeza del húmero)
Es la fractura de húmero más común en personas mayores. Afecta a la parte cercana al hombro y suele producirse tras una caída sobre el brazo o el costado. La mayoría se tratan sin cirugía, con inmovilización y fisioterapia. Si los fragmentos óseos están desplazados o inestables, puede ser necesaria una operación para alinearlos y fijarlos.
Fractura diafisaria
Afecta a la parte media del hueso y puede deberse a un golpe directo o una torsión.
En general, se trata con férula o cabestrillo, aunque en fracturas inestables puede ser necesaria la fijación interna con placa y tornillos.
Fractura distal del húmero
Se produce cerca del codo, es menos habitual en ancianos, pero más compleja.
Suele requerir cirugía, ya que afecta a la articulación y puede limitar la movilidad del brazo si no se trata adecuadamente.
Síntomas del húmero roto
Una fractura de húmero suele causar un dolor inmediato y visible en el brazo. Es importante reconocer los signos para actuar con rapidez:
- Dolor intenso en el brazo: aparece justo después de la caída o el golpe y aumenta con el movimiento.
- Incapacidad para mover el brazo: el dolor y la rotura ósea impiden levantarlo o sostener peso.
- Hinchazón: debido a la inflamación y posible hematoma, que puede extenderse hacia la mano o el hombro.
- Deformidad visible: el brazo puede verse torcido o con una posición anormal.
- Hematomas y cambio de color en la piel: la sangre se acumula bajo la piel alrededor del área lesionada.
- Mano hinchada: puede deberse a la inflamación o a la dificultad de retorno venoso causada por la fractura.
- Sensación de hormigueo o entumecimiento: en algunos casos afecta al nervio radial.
¿Qué hacer si sospechamos una fractura de húmero en una persona mayor?
Ante una caída o golpe fuerte en el brazo, no se debe mover al paciente ni intentar recolocar el brazo. Lo más importante es inmovilizar el miembro afectado con un cabestrillo improvisado y acudir al servicio de urgencias o centro de salud lo antes posible.
El médico realizará una radiografía para confirmar si existe una fisura o fractura del húmero y determinar el tratamiento más adecuado.
Tratamiento de la fractura de húmero sin cirugía
En muchos casos, especialmente cuando el hueso no se ha desplazado, no es necesaria la cirugía. El tratamiento conservador suele incluir:
Cabestrillo por fractura de húmero
El cabestrillo o inmovilizador de hombro se utiliza para mantener el brazo estable y aliviar el dolor. Durante las primeras semanas, se debe evitar cualquier movimiento brusco y seguir las indicaciones médicas para evitar complicaciones.
Medicación
El tratamiento médico puede incluir analgésicos y antiinflamatorios para aliviar el dolor y reducir la inflamación. En algunos casos, el especialista puede prescribir suplementos de calcio o vitamina D para fortalecer los huesos durante la recuperación.
Operación por fractura de húmero
Cuando los fragmentos óseos están desplazados o hay daño en la articulación, puede ser necesaria una intervención quirúrgica.
Fijación interna
Consiste en colocar placas y tornillos para mantener unidos los fragmentos de hueso hasta que cicatricen. Es una técnica habitual en fracturas diafisarias o desplazadas.
Prótesis parcial o total
En fracturas graves que afectan la cabeza del húmero, puede ser necesario reemplazar la zona dañada por una prótesis de hombro. Este tipo de cirugía busca recuperar la movilidad y aliviar el dolor crónico.
Recuperación tras una fractura de húmero (tiempo aproximado)
La recuperación de un húmero roto depende del tipo de fractura y del tratamiento aplicado. En personas mayores, el proceso puede ser más lento por la fragilidad ósea y la menor capacidad de regeneración.
- En fracturas leves tratadas sin cirugía: 8 a 12 semanas.
- En fracturas con intervención quirúrgica: 3 a 6 meses hasta una recuperación completa.
Fisioterapia
La rehabilitación es una parte fundamental del proceso. A través de ejercicios guiados por un fisioterapeuta, se busca recuperar la movilidad, la fuerza y la funcionalidad del brazo.
La constancia es clave: los ejercicios deben realizarse de forma progresiva y sin dolor.
Posición para dormir con fractura de húmero
Dormir puede resultar incómodo durante las primeras semanas por eso, se recomienda descansar semisentado, con el brazo apoyado en una almohada o cojín, y evitando girarse hacia el lado lesionado. Un cojín anatómico o una cuña puede facilitar una posición más estable.
Secuelas de la rotura de húmero
Tras una fractura, especialmente en personas mayores, pueden quedar secuelas temporales o permanentes, como:
- Rigidez articular: dificultad para mover el hombro o el codo.
- Dolor residual: puede persistir por meses, especialmente en cambios de tiempo.
- Pérdida de fuerza o movilidad: común si la rehabilitación no se completa adecuadamente.
- Cicatriz quirúrgica visible: en los casos con operación.
- Riesgo de nuevas fracturas: si no se trata la osteoporosis o no se mejora la seguridad en el hogar.
Consejos para prevenir fracturas futuras
La mejor forma de tratar una fractura es evitar que vuelva a ocurrir. Algunas recomendaciones clave para prevenir caídas y lesiones son:
- Revisar la vista y el equilibrio regularmente.
- Mantener una buena iluminación en el hogar.
- Retirar alfombras sueltas y obstáculos.
- Instalar barras de apoyo en el baño y pasillos.
- Usar calzado antideslizante.
- Mantener los niveles adecuados de calcio y vitamina D.
- Hacer ejercicio moderado (como caminar o nadar) para fortalecer los músculos y huesos.
Con una buena prevención y seguimiento médico, la mayoría de las personas mayores pueden recuperarse satisfactoriamente y volver a realizar sus actividades diarias.
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