¿Cómo prevenir las úlceras por presión? (decúbito)

Si te ocupas del cuidado de una persona encamada, ya sabes lo importante que es saber prevenir la aparición de las úlceras por decúbito o úlceras por presión.

Si te ocupas del cuidado de una persona encamada ya sabes lo importante que es saber prevenir la aparición de las úlceras por decúbito o úlceras por presión. ¿Recuerdas qué son? Te recomendamos que leas el siguiente artículo para saber qué son, cómo evitarlas o cómo tratarlas si ya han aparecido.

Según el Grupo Nacional para el Estudio y Asesoramiento de Úlceras por Presión y Heridas Crónicas de España (GNEAUPP) las úlceras se clasifican en cuatro estadios. Se denomina estadio I a la piel roja y que no palidece al presionarla, es decir que el color rojo se mantiene. En pieles oscuras además del color rojo puede aparecer también color azulado o morado. Que aparezca esta coloración roja es un signo de alarma que debe ser tratado de inmediato.

¿Por qué aparecen las úlceras?

En la aparición de las úlcerasintervienen muchos factores; desde una movilidad prolongada en pacientes dependientes o pacientes encamados, hasta una alimentación escasa en proteínas, pasando por una piel con problemas cutáneos o insuficientemente hidratada.

Cómo prevenir las úlceras por presión

Las úlceras por presión (UPP) son producto de una deficiente circulación sanguínea en un área de nuestro cuerpo que permanece bajo presión durante un elevado periodo de tiempo. Es debido a esto último, que no surgen al momento, por lo que, siguiendo un correcto protocolo podemos llegar a evitarlas. ¿Cómo? Las siguientes buenas prácticas te pueden ayudar a ello:

  • Examinar el estado de la piel del paciente al menos una vez al día: es común que aparezcan rojeces, pequeñas infecciones en zonas húmedas, sensibles y en aquellas donde se ha realizado o se realiza algún tipo de tratamiento del tipo inserción de sondas, sujeciones mecánicas etc. Estas son indicios de una posible formación de la úlcera, por lo que en el caso de detectarlas, podemos aplicar productos que ayuden a evitar la total aparición, como el aceite protector Menalind®.El aceite protector Menalind® está especialmente diseñado para proteger la zona afectada, a base de una hidratación intensa a base de aceites grasos, que ayudan a cicatrizar y renovar la piel.
  • Mantener la piel limpia y seca: usar productos que contengan nutrientes y aceites esenciales y que respeten el PH 5,5 de la piel, para no resultar agresivos con la protección natural de la piel.
  • Cambios posturales: es muy recomendable cambiar la posición del paciente cada tres horas, así como fomentar la movilidad y actividad de la persona mayor en todo lo que sea posible. Evita realizar el cambio arrastrando al paciente sobre la ropa de cama.
  • Usar elementos que alivien la presión: no se recomienda el uso de flotadores o cojines, ya que entorpecen la transpiración. Sin embargo se recomiendan colchones antiescaras, de aire alternante y otros productos que permitan una correcta ventilación a la vez que disminuyen la presión.
  • No elevar el cabecero excesivamente ni usar almohadas demasiado altas: una inclinación de más de 30º aumenta en exceso la presión del cuerpo sobre el colchón.

Cómo tratar las úlceras por presión

En el caso de que no haya sido posible evitarlas, lo primero, antes de tratar la úlcera es detectar su estado, ya que según sea una úlcera en evolución o presente restos de tejido celular el tratamiento se basará en la limpieza y aplicación de diferentes productos. Es muy importante cuidador, que en el caso que dudemos sobre la evolución de la herida, nos pongamos inmediatamente en contacto con un profesional sanitario.

  • Para tratar una ulcera por presión en evolución, aplicar agua jabonosa y aclarar con una solución salina. Tras esta limpieza podemos hacer uso de aceites protectores con pulverizadores para evitar un exceso de producto que pueda humedecer más de lo debido la zona.
  • Para tratar una ulcera por presión que presente restos de tejido debemos tener mucha precaución a la hora de lavar la herida con suero fisiológico, procurando no tocar el lecho de la úlcera y retirando todos los restos circundantes. Aplicar vendaje protector o un apósito hidrocoloide que la proteja y si presenta ampolla, preservarla.

Un último consejo, cuidador/a, es que no olvides que la inmovilidad no es sinónimo de rutina, al igual que tratar a un encamado no debe ser visto por ambos, cuidador y ser querido, como una tarea tediosa. Para ello no dudes encomunicarte constantemente con la persona mayor, ofrecerle alternativas de ocio y mantenerle cómodo: él se merece tus cuidados y tú un reconocimiento por ello.

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