Formando a Cuidadores

Formar a personas que se ocuparán del bienestar de otras personas puede parecer complicado, hasta que nos sentamos con César Gómez Oliva, enfermero y profesor deTécnico en Atención a Personas en Situación de Dependencia.

Formar a personas que se ocuparán del bienestar de otras personas puede parecer complicado, hasta que nos sentamos con:

César Gómez Oliva; enfermero y profesor del ciclo formativo de grado medio Técnico en Atención a Personas en Situación de Dependencia”, que imparte en el Centro Leonardo Da Vinci de Morazarzal en Madrid.

RC.- El Lema de vuestra escuela es, “de profesión personas”. Cuéntanos de donde nace esta idea.

CGO.- Es el reflejo de la filosofía que tiene nuestro centro. Queremos que los alumnos tengan una visión humana, general y holística de las personas cuando empiecen a trabajar con otras personas en situación de dependencia. Para ello, primero el alumnado tiene que conocerse, trabajar y crecer como personas, aparte de formarse en todas las disciplinas clásicas que contempla el mundo del cuidado.

RC.- ¿Y eso cómo se consigue?

CGO.- Trabajando valores como la empatía, la tolerancia, la sensibilización. En mi caso, me ocupo de la asignatura de psico-social, a mí personalmente me gusta llamarla la asignatura de la vida, ya que aparte de hacerles buenos profesionales, puede contribuir a hacerles mejores personas.

RC.- ¿Cómo son tus clases?

CGO.- Son dinámicas y muy prácticas. Desde el principio los alumnos están en contacto directo con el mundo del cuidado. Trabajamos con casos prácticos aprovechando mi experiencia de enfermero. A pie de cama se aprende mucho y se aprenden cosas que sólo te da la experiencia. Hacemos juegos de role-play para que adquieran herramientas que les ayudarán a gestionar situaciones reales. Una de las situaciones que más cuesta al perfil sanitario cuando comienza a trabajar es aprender a gestionar los “silencios ensordecedores”.

RC.- Suena muy gráfico eso del silencio ensordecedor, ¿qué es?

CGO.-Son los momentos tensos que se viven en el mundo sanitario. Suelen ocurrir después de una noticia impactante, un cambio inesperado, un giro en la evolución del paciente, etc. Lo viven los familiares, los pacientes, a veces incluso el propio personal sanitario. Hay que estar preparado y formado para hacer frente a esas cosas.

RC.- ¿Qué más hacen los alumnos del ciclo formativo en el Leonardo da Vinci?

CGO.- Al principio del curso hay una primera toma de contacto con el mundo de la dependencia. Pasan un día en una residencia con personas dependientes y al final del día, de modo natural, hay un cambio de perspectiva en casi todos los alumnos. Hacemos tutorías donde hablan, se conocen, aprenden a ser tolerantes con las ideas ajenas, esto es muy importante a la hora de trabajar con personas en situación de dependencia, ya que uno de los principales cuidados que deben ser capaces de dar es el de ayudar a la persona dependiente a mantener su proyecto de vida en la medida de lo posible. Les enseñamos a que entiendan que una persona que está en un centro, en una residencia por ejemplo, solo cambia su lugar físico de residencia, pero que debe seguir fiel a sus principios de vida, a lo que ha sido toda su vida y el personal sanitario debe contribuir a ello.

Trabajamos, también entre otras cosas el mundo del enfermo crónico, el enfermo mental, el enfermo terminal, el enfermo agudo, así como la discapacidad y la violencia de género.

RC.- ¿De cuántas horas se compone el ciclo formativo?

CGO.- Hay un total de 2000 horas lectivas, repartidas en dos cursos escolares y con una parte práctica. Los alumnos rotan por una residencia y por un hospital.

¿Te ha gustado conocer a César Gómez y al colegio Leonardo da Vinci? ¿Conoces otros centros igual de humanos e implicados? Cuéntanos, ya sabes que en el Rincón del Cuidador® nos gusta escucharte.

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